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Conoce las siete claves para sobrevivir al ardiente mes de marzo

Existe un máxima muy vieja de la vida, que a pesar de su enseñanza ancestral y obvia, muchas veces la pasamos a llevar, con efectos devastadores en nuestra economía familiar: «no gastes más de lo que ganas».
Y si esta máxima la colocamos en el tercer mes del año, marzo, la situación podría llegar a límites insospechados, ya que convergen muchos compromisos a los que hacer frente y que, por ahora, no vamos a enumerar para no disparar los niveles de estrés.
Pero calma y cordura: no todo está perdido y echando mano a los oportunos consejos de expertos financieros como Patricio Gana, contador y Socio Principal de AK Contadores, y Christian Lecaros, CEO de Inversión Fácil, la tormenta no dejará mayores secuelas.

1) Planificar, planificar y volver a planificar: A punta de lápiz, hay que poner en «blanco y negro» cómo estás gastando las lucas que tanto te cuesta ganar. La franqueza con nosotros mismos y un profundo sentido de responsabilidad serán los faros que nos llevarán a buen puerto.

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2) El presupuesto se hace y se cumple: tras determinar los gastos prioritarios tales como vivienda, alimentación y servicios básicos, hay que hacer rendir cada centavo que entra en casa. Pagar a tiempo es altamente benéfico y contribuye al ahorro. Cuesta, pero es posible.

3) Los gastos compulsivos nos sacan del camino del ahorro: No compres por comprar: Hazte esta pregunta antes de consumir un producto: ¿Necesito esto de forma urgente?, si la respuesta es no, entonces no la compres si tienes que pagar otras cuentas. Repite con nosotros, «tengo un presupuesto que cumplir, no me voy a descapitalizar. No me hace falta. No lo endeudaré más».

4) Hay que hacer un fondo para marzo: este es un mes donde idealmente se debería tener algo de ahorro que puede ser de dos maneras. Esa es la situación ideal,  tener un fondo donde tengo dinero depositado, sin ningún destino de gastos particular, o un ahorro forzado para poder estabilizar los momentos donde haya mayores salidas de flujo.

5) Analiza las opciones de crédito: Si estás muy agobiado, contra las cuerdas como en el boxeo, puedes pedir un crédito: compara alternativas optando por la cuota más baja. Te rogamos leer con particular atención la letra chica. Así sabrás dónde estás parado y verás con futuro con realismo, no como una película de terror.

6) ¿Tarjetas de crédito? Sí, pero con cuidado por favor. Hay las ofrecen cuotas sin intereses y se puede pagar a 12 cuotas el colegio de los niños, por ejemplo. Lo recomendable es nunca pactar cuotas por más de un año debido a que cuando llegue un nuevo año se acumulará una nueva deuda para este temido mes. A tener en cuenta: Cuando las tarjetas de crédito se pagan todos los meses, no se pagan intereses. Estos métodos de pago sirven como desfases de dinero de uno o dos meses, no más que eso.

7) Caminar un poco más, nos ayuda a ahorrar más: Dentro de los gastos de marzo se vienen gastos de vehículos, colegios, etc. Por ejemplo en educación, existen diferencias en listas escolares que son grandes en cuanto a un lugar y otro. Entonces, lo primero es buscar dónde se puede encontrar listas de útiles más económicas. Cuando se ahorra también hay que estar dispuesto a otras cosas como por ejemplo largas filas y esperas, el costo es en tiempo.

 

Otras alternativas

Al crédito de consumo se accede a través de un banco o institución financiera y podemos pedir el monto que sea necesario, en las cuotas que acordemos, siempre y cuando demostremos que lo podemos pagar. En algunas ocasiones, estos proveedores ofrecen propuestas preaprobadas que son muy rápidas de gestionar.

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En el caso del crédito es muy importante cotizar y comparar. Por ejemplo, el CAE es un indicador que nos hace mucho más fácil esta tarea. Este porcentaje arroja el costo del crédito. Y si llegamos a acumular varias deudas, probablemente será mejor pedir un crédito y fundir todos estos pequeños montos en una sola cuota.

¿Qué es una línea de crédito?

Cuando el sueldo no es suficiente para cubrir todos los gastos, puede surgir la necesidad de obtener algún tipo de crédito o préstamo a corto plazo. Una alternativa para esto, es usar la línea de crédito de la cuenta corriente. Esto es una cantidad de dinero predefinida que el banco aprueba como préstamo asociado a tu cuenta corriente (tarjeta débito) cada mes.

Este dinero es para ser utilizado cuando te quedas sin fondos en tu cuenta corriente y con el que puedes disponer cuando lo necesites, y el valor otorgado a la línea de crédito dependerá del tipo de cuenta corriente que tengas y del monto que el banco te apruebe.

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Y siempre intenta pagar el valor total que utilizaste, para mantener tu historial crediticio lo más limpio posible. Otro consejo, es que al momento de abrir una cuenta corriente en un banco solicites un monto para la línea de crédito acorde a tus ingresos, para que tengas la certeza de que podrás pagar la deuda sin quedar con tu saldo personal en cero.

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