Este domingo 4 de marzo se realizan las elecciones nacionales en Italia, comicios que se han visto marcados por el debate respecto a la reactivación del facismo.
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La experiencia de Italia con los cientos de miles de personas que llegaron luego de haber sido rescatadas de barcos en el Mar Mediterráneo en los últimos años, ha acaparado gran parte de la campaña preelectoral.
Pero el tema tomó un giro violento el 3 de febrero, cuando un hombre italiano en la ciudad central de Macerata abrió fuego contra migrantes africanos, hiriendo a seis de ellos.
Otros 600 mil son el equivalente de una bomba social que está lista para explotar, porque ellos viven de cometer crímenes”, Silvio Berlusconi
El sospechoso, que el año pasado se presentó en una elección local a alcalde apoyado por el antimigrante partido Liga Norte, ha dicho que estaba vengando la muerte de una mujer italiana presuntamente asesinada por inmigrantes africanos.
A esto se suman las incendiarias declaraciones del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien señaló que los 600 mil migrantes que han llegado al país ilegalmente están “listos” para cometer crímenes, y prometió que serán enviados de regreso a sus países si la elección impulsa a su partido de centroderecha al gobierno.
El ex primer ministro no puede volver a postularse debido a que ha sido declarado culpable de fraude impositivo. Sin embargo, está haciendo campaña para que su partido político Forza Italia, en alianza con un partido de derecha antiinmigrante, y con otro más pequeño pero con raíces neofascistas, obtenga los escaños suficientes en el Parlamento para formar un gobierno de coalición.
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En las calles
Desde entonces se ha creado un clima de división dentro de la sociedad italiana. El fin de semana pasado, uno antes de las elecciones, los ciudadanos se manifestaron contra y a favor de la reactivación del racismo.
En Milán, manifestantes de extrema izquierda se enfrentaron con la policía, que trató de alejarlos de una manifestación de extrema derecha. Policías con equipos antidisturbios usaron porras contra la primera línea de los manifestantes para hacerlos retroceder.
En Roma, una marcha que atrajo al primer ministro Paolo Gentiloni y a otros ministros en su gobierno de centroizquierda, deploró el racismo y el renacimiento de la ideología fascista.
(El fascismo) es un peligro en Italia y Europa (…) Y también es peligrosa la subestimación de este fenómeno», ministro de Justicia, Andrea Orlando
Al otro lado de la ciudad, otra marcha protestó contra los cambios laborales del gobierno que facilitaron el despido de los trabajadores.
El ministro de Justicia Andrea Orlando advirtió que el fascismo «es un peligro en Italia y Europa». «Y también es peligrosa la subestimación de este fenómeno», añadió.
En otras partes de la capital italiana, los manifestantes denunciaron la decisión del gobierno de hacer obligatorias varias vacunas para los escolares, otro tema que encendió el debate de la campaña.
La campaña finalizó oficialmente este viernes 2 de marzo. Las encuestas de opinión indican que podría resultar un Parlamento muy dividido, con tres bloques, cada uno sin mayoría absoluta: la centroizquierda, la centroderecha y el populista Movimiento 5 Estrellas.