Esta es una de esas historias que parecen imposibles. Dicen que un rayo nunca cae dos veces en el mismo lugar. Hasta que lo hace.
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"Quiero que nuestra historia siga siendo impactante para siempre, pero me temo que ya no nos ocurrió solo a nosotros", dice Celia Randoplh.
A simple vista, la suya es una familia "normal": una madre, un padre, cuatro hijos, que han vivido en pequeñas ciudades aparentemente seguras de Estados Unidos.
Los hijos de Celia hablan con prudencia y precisión, como su madre. "No soy una persona sentimental", explica Celia. "Pero ahora estoy muy furiosa y muy triste. Estados Unidos ha fallado a nuestros hijos. Lo que le ocurrió a mi hija en 2006 dejó huella en mi corazón y en el de mi esposo".
Más tarde, en el Día de San Valentín de este año, recibió un mensaje de texto. Celia leyó estas palabras: "No estás cerca de Parkland, ¿verdad? Hubo un tiroteo".
"Me dije a mí misma una y otra vez: ‘¡No, otra vez no!’". Celia dejó todo lo que estaba haciendo en ese momento.: "Cuando te ocurre algo así, sales corriendo".
Su hijo Christian es estudiante de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida.