Sentado sobre sus manos al declarar en el comienzo del juicio en el tribunal municipal de Copenhague, Madsen rechazó con aparente fastidio cualquier insinuación de que tuvo relaciones sexuales con Wall antes o después de su muerte.
«Tendencias psicópatas»
El fiscal Jakob Buch-Jepsen leyó pasajes de un informe psiquiátrico que describe a Madsen como un hombre inteligente “con tendencias psicópatas”. El propio inventor confesó a la corte que era “una persona promiscua”.
El danés ha confesado anteriormente que desmembró el cuerpo de Wall antes de “enterrarlo en el mar” porque no pudo levantarlo entero a la torreta del submarino para arrojarlo por la borda.
Wall, una periodista independiente de 30 años que escribía para el New York Times, The Guardian y otras publicaciones, se embarcó en el submarino de Madsen el 10 de agosto para entrevistar al cofundador de una empresa fabricante de vehículos espaciales tripulados.
Sus restos aparecieron semanas después en bolsas de plástico en el fondo del mar Báltico, y su torso mostraba varias heridas de cuchillo.
Juicio
Buch-Jepsen inició el juicio de 12 días con la lectura de los cargos y una descripción detallada del hallazgo de los restos. Citando la evaluación psiquiátrica ordenada por la corte, dijo que el inventor “no tiene empatía o sentimientos de culpa”.
De ser hallado culpable, Madsen, de 47 años, enfrenta entre cinco años y perpetua, lo que en este caso significa 16 años que se pueden extender en la medida que se lo considere peligroso; o el encierro en un hospital mental de seguridad durante el tiempo que los psiquiatras lo consideren enfermo y peligroso.
El inventor danés, de camisa oscura, vaqueros y gafas para sol, escuchó en silencio con los puños crispados. Los padres de Wall estaban presentes.
Al declarar, reiteró que Wall murió accidentalmente en el UC3 Nautilus estando él sobre cubierta. Expuso que Wall “tuvo una velada maravillosa hasta que terminó en un accidente”.