Mientras en la laguna de Potrerillos, en la zona precordillerana de Mendoza, Argentina, una decena de policías sigue buscando el cuerpo de Concepción «Conchy» Arregui (59), ya comenzaron a aparecer más detalles sobre su historia, la que desembocó en un horripilante crimen perpetuado -según su propia confesión- por parte de su esposo, Roberto Luis Audano (70).
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De esta manera, en el área en el que se trabaja en la búsqueda también hay parte de los familiares de «Conchy», que esperan que sus restos sean hallados en el menor tiempo posible. Fue una representante de este clan quien, en conversación con la prensa, reveló algunos detalles más íntimos de la vida de quien estuvo desaparecida desde el pasado 5 de febrero y que suma ya 31 días en calidad de desaparecida.
Dejó todo por amor
Roberto «Tito» Audano y «Conchy» Arregui comenzaron su relación en 2014, época en que ambos se acercaron amorosamente. La diferencia de 11 años entre ambos no fue impedimento para que la mujer, que en esos años ya no tenía a ninguno de sus padres vivos, terminara pasando mucho tiempo en Argentina, para verlo a él.
«La ‘Conchy’ era una mujer de 59 años, sin padres vivos, sin hermanos, sin familia cercana más que nosotros», recuerda Luchi Moraga, su prima.
Agrega que la víctima era «una mujer que se enamoró de un argentino, que creyó en la historia de hacer una familia y que cuando le ofrecieron una, vendió todo en Chile, dejó su trabajo, dejó a su familia de origen -que éramos sus primos- armó una casa, se casó hace un año y medio, contrajo matrimonio».
No obstante, no todo fue color de rosas. Audano, quien ya tenía hijos -uno de ellos vive en Viña del Mar- habría comenzado a revelar problemas en la relación de pareja a pocos meses de casarse.
El matrimonio fue en octubre de 2016 y ya para 2017, se estaba hablando de divorcio. Así al menos lo confirmó Diego Torrealba, familiar de la desaparecida.
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“Nos vemos en la necesidad de enfrentar la realidad, una durísima realidad, Roberto Audano, cónyuge de ‘Conchy’, con el cual se encontraba en proceso de separación, ha reconocido haber asesinado a nuestra amada amiga y familiar”, precisó desde Santiago.
Relación con la familia
Una de las cosas que llamó de inmediato la atención de los medios, fue que en un inicio Audano colaboró con las labores de búsqueda de su esposa, junto a todos los primos, amigos y cercanos de «Conchy», sin tener mayores rencillas con ellos.
«Siempre habíamos tenido una relación cordial, cercana, natural y normal. No puedo darte más detalles», precisó Luchi Moraga indicando que el resto es materia de investigación.
Aún así, agregó que «nosotros estamos aquí para hacer justicia y a llevarla a Chile como sea», apuntando que a la mayor preocupación de la familia en estos momentos es que los restos de «Conchy» sean hallados.
Cabe precisar que la policía busca intensamente a la mujer en un dique de Potrerillos, que sería la zona que Audano apuntó como el área en que arrojó su cuerpo sin vida.
