El ex futbolista O. J. Simpson protagonizó la persecución policiaca más emblemática de la historia estadounidense en 1995. Los oficiales lo buscaron con 20 vehículos y seis helicópteros por el presunto asesinato de Nicole Brown, su esposa y Ron Goldman, su supuesto amante.
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El caso nunca quedó claro ya que, al abrirse la causa apodada «el juicio del siglo»la estrella salió absuelta de ambos crímenes. Sin embargo más tarde fue encontrado responsable de las muertes en un juicio civil, y se le ordenó pagar a los familiares de Brown y Goldman más de 33 millones de dólares por daños y perjuicios.
Simpson fue declarado culpable de delitos graves, incluidos secuestro, robo y robo a mano armada en 2007, y encarcelado por hasta 33 años. A pesar de lo anterior, fue puesto en libertad condicional el pasado mes de octubre.
Arruinando la libertad
O.J. Simpson sigue siendo una figura atractiva sobre todo para shows televisivos, por esta razón fue invitado hoy a una entrevista en el programa The Lost Confession de FOX. En el lugar fue consultado por la situación y su reacción fue totalmente errática y confusa.
Admitió que sacó un cuchillo que pertenecía a Charlie, un amigo, de su Ford Bronco momentos antes del asesinato de su esposa, y posteriormente explotó de la risa. «Recuerdo haber agarrado el cuchillo de Charlie, después de eso no recuerdo, después de eso hay todo tipo de cosas por ahí», dijo.
La entrevistadora, Judith Regan, quiso profundizar y le preguntó «¿Qué tipo de cosas?» a lo que Simpson respondió: sangre. Al entrar en detalles extremadamente gráficos O.J. se disolvía en carcajadas. «Odio decir esto, no creo que dos personas hubieran podido ser asesinadas como estaban sin ser cubiertas de sangre», señaló confundiendo al público.