Lejos se ven los días en que Kim Jong-un amenazaba al mundo con sus ensayos nucleares, los lanzamientos de misiles y un discurso plagado de terroríficas palabras que involucraban prácticamente al fin de la humanidad.
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Esto, porque en la actualidad el líder de Corea del Norte se ha mostrado bastante afable, recibiendo una delegación surcoreana con la cual compartió de buena manera, y preparando una cita histórica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, en el horizonte de Kim no está solamente concretar dicha jornada en algún día de mayo, sino que también quiere profundizar aún más sus nexos con Washington.
«El objetivo final de Kim Jong-un es establecer relaciones diplomáticas normales con el tratado de paz entre Estados Unidos y Corea del Norte, que incluyen abrir la embajada de EE.UU. en Piongyang», aseguró un integrante de la delegación de Seúl que viajó al vecino país.
De esta manera, según informa el medio surcoreano Dong-A Ilbo, tras meses de amenazas finalmente Kim buscará pacificar las relaciones con sus principales enemigos. De hecho, se espera que en abril se reúna con el presidente de Corea del Sur Moon Jae-in.
Todos estos hechos han generado impacto a nivel mundial, cambiando en parte la imagen que se tiene del líder norcoreano. ¿Buscará con estos gestos el Nobel de la Paz? ¿Querrá ser un actor relevante sin tener la necesidad de utilizar sus misiles? ¿O sólo será una estrategia para golpear posteriormente? Habrá que ver que acontece.
