Continúa la tensión entre Rusia y Reino Unido debido al envenenamiento de un ex espía ruso y su hija, quienes aún se encuentran internados en estado crítico.
PUBLICIDAD
El ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, dijo el martes que Rusia sólo cooperará con Gran Bretaña en la investigación del ex espía ruso si recibe muestras del agente nervioso con el que se cree que intoxicaron al ex agente y a su hija.
El químico nervioso identificado por expertos del Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down es conocido como Novichok.
El Novichok es parte de una clase de sustancias neurotóxicas desarrolladas por la Unión Soviética hacia el final de la Guerra Fría. Presuntamente, las sustancias se crearon con el fin de evadir el tratado internacional de armas químicas que se acababa de firmar; cualquier sustancia nueva no estaría sujeta a tratados previos.
“Este tipo de sustancias son tan peligrosas que ningún grupo terrorista improvisado las fabrica”, comentó Andrea Sella, profesora de química inorgánica de University College London. “Realmente parece una obra del gobierno”, recalcó, y añadió que otras naciones, además de Rusia, tienen la capacidad de fabricar Novichock.
Paralelamente a este caso, ayer se encontró el cuerpo de Nikolai Glushkov, un exiliado ruso, en su domicilio de Londres, revela The Guardian.