La tensión entre Reino Unido y Rusia llega al máximo nivel producto del caso del envenenamiento de un ex espía ruso y su hija en territorio británico.
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La primera ministra de Inglaterra, Theresa May, culpó directamente al gobierno de Putin de ser culpable de intento de homicidio con un agente neurotóxico.
En un discurso ante la Cámara de los Comunes May señaló que Rusia ha respondido con “desdén” al pedido británico de explicaciones sobre el hecho. Dijo que las acciones rusas “representan un empleo ilegal de la fuerza”.
Producto de lo anterior, May anunció que expulsará a 23 diplomáticos rusos, calificados como»agentes de inteligencia no declarados», por el envenenamiento a ex espía Skripal y su hija Yulia, los que tienen un plazo de una semana para salir del territorio británico. Esta es la mayor expulsión desde la Guerra Fría.
La jefa de gobierno anunció una serie de medidas económicas y diplomáticas, incluida la cancelación de todos los contactos bilaterales de alto nivel y el pedido a la familia real de que no asistan a la Copa del Mundo de fútbol en Rusia.
Además, Londres advirtió a los británicos que si viajan a Rusia podrían ser hostigados debido a la nueva situación bilateral.
Moscú ha negado toda participación en el hecho y desde su embajada en Londres consideraron «inaceptable» la expulsión de los 23 diplomáticos rusos.
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«Toda la responsabilidad del deterioro de las relaciones entre Rusia y el Reino Unido recae en el liderazgo político actual de Gran Bretaña», expusieron desde la embajada rusa.
Agente nervioso soviético
El químico nervioso identificado por expertos del Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down es conocido como Novichok.
El Novichok es parte de una clase de sustancias neurotóxicas desarrolladas por la Unión Soviética hacia el final de la Guerra Fría.
Presuntamente, las sustancias se crearon con el fin de evadir el tratado internacional de armas químicas que se acababa de firmar; cualquier sustancia nueva no estaría sujeta a tratados previos.
Este tipo de sustancias son tan peligrosas que ningún grupo terrorista improvisado las fabrica”, comentó Andrea Sella, profesora de química inorgánica de University College London.
“Realmente parece una obra del gobierno”, recalcó, y añadió que otras naciones, además de Rusia, tienen la capacidad de fabricar Novichock.
Doble agente
Desde el ataque del 4 de marzo, Skripal y Yulia siguen ingresados en estado crítico en un hospital de Salisbury, en el suroeste de Inglaterra.
Skripal fue agente de la inteligencia militar rusa, conocida a menudo por su acrónimo GRU, y se retiró en 1999. Luego trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores hasta el 2003 y más adelante se dedicó a los negocios.
En 2006 fue declarado culpable en Rusia de espiar para Gran Bretaña y sentenciado a 13 años de prisión. Se le liberó en 2010 como parte de un intercambio de espías entre Washington y Moscú, que dejó al descubierto la existencia de un grupo de agentes rusos inactivos en EEUU.
Después de ser arrestado en Moscú en el 2004, confesó que fue reclutado por la inteligencia británica en 1995 y dijo que estuvo entregando información sobre agentes del GRU en Europa, a cambio de lo cual recibió más de cien mil dólares.