"¿Conoces a Steve?", o "ayer de noche vi a Steve", son frases que desde hace 2 años tienen un significado muy particular entre la comunidad de aficionados de auroras boreales.
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Pero desde este miércoles, Steve ya no solo protagoniza conversaciones en bares, foros o grupos de Facebook especializados, sino que es parte de la bibliografía científica.
Un equipo internacional de investigadores publicó un estudio en la revista Science Advances donde describen una "brillante cinta de luz púrpura que corre de este a oeste en el cielo nocturno (…) recientemente observada por científicos ciudadanos".
Se trata nada menos que de una aurora boreal "casi sin documentar en la literatura científica" y de cuya formación "se sabía poco", señala el estudio encabezado por Elizabeth MacDonald, física del Centro Espacial Goddard de la NASA.
Los investigadores respetaron el nombre que los aficionados habían dado a este fenómeno, pero le dieron un halo de formalidad proponiéndolo como un acrónimo.
Ahora se llama STEVE por Strong Thermal Emission Velocity Enhancement, que podría traducirse como "Fuerte Aumento de la Velocidad de Emisión Térmica".
Poder tecnológico
Hace un año, uno de los investigadores que participó del estudio, el físico Eric Donovan de la Universidad de Calgary, Canadá, presentó algunos resultados preliminares de Steve en una conferencia científica en dicho país.