La golpiza que sufrió José Antonio Kast en la Universidad Arturo Prat de Iquique, no solo provocó lesiones físicas en la mano y tobillo del excandidato presidencial, ya que también ocasionó el primer quiebre político entre bancadas en el renovado Congreso.
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La sesión en la Cámara de Diputados del día de ayer, estuvo marcada por el rechazo de Chile Vamos a los actos de violencia que se produjeron en contra de Kast en el norte de nuestro país. El malestar se intentó materializar con un proyecto de acuerdo, planteado por la diputada de la UDI Pepa Hoffman, para rechazar de manera transversal e institucional la agresión a Kast. Sin embargo, los parlamentarios del Frente Amplio decidieron no apoyar el texto.
Tras el impasse, los parlamentarios oficialistas acusaron a la izquierda de legitimar los actos de violencia.
Javier Macaya, diputado UDI, aseguró que “para los partidos de la izquierda extrema la violencia sigue siendo una manera legítima de resolver los conflictos y diferencias políticas”.
«Que se haga cargo de sus palabras»
La diputada del PRO, Marisela Santibáñez, repudió los actos de violencia, sin embargo, criticó el tono de la campaña presidencial de Kast, acusándolo de violencia verbal. “No estoy justificando la violencia, la repudiamos (…) pero también quien está sufriendo esa violencia se haga cargo de las palabras dichas en su campaña presidencial”.
Por su parte, Pepa Hoffman apuntó directamente hacía el Frente Amplio y lo tildó de intolerante. “Lamento que la bancada del Frente Amplio sea cómplice de un acto tan violento. Empezamos a ver la verdadera cara de una nueva izquierda intolerante y antidemocrática
Ante la acusación, el diputado frente amplista Tomas Hirsh, rechazó las palabras de la UDI asegurando que “nos han acusado de muchas cosas, lo seguirán haciendo, pero son cosas absurdas”. Además, agregó que “el Frente Amplio siempre ha repudiado la violencia y hemos sido muy claros al respecto”.
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Durante la misma jornada, pero en la ciudad de Iquique, Juan Francisco Ramírez Ramírez fue imputado por las lesiones graves y amenazas en contra del ex diputado. El agresor quedó con firma mensual, arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima y testigos.
Kast aseguró que debido a los golpes sufrió un corte de ligamento en un dedo de la mano y un esguince en el tobillo.