El nuevo presidente de Perú, Martín Vizcarra, propuso el viernes en su primer discurso en el Congreso un pacto social a la mayoritaria oposición en la que se enfrenta contra la corrupción y se «impulse un desarrollo equitativo, democrático e integrador «.
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El ingeniero civil de 55 años y sucesor del renunciante Pedro Pablo Kuczynski también anunció que estaba en los próximos días renovando de forma total el gabinete ministerial del pasado gobierno debilitado por las acusaciones contra Kuczynski y sus nexos con la firma brasileña Odebrecht.
Vizcarra dijo en un discurso de 14 minutos que Perú se encontraba en «zozobra e inestabilidad» por lo que había llegado el momento de «decir basta» y prometió que se castigaría «como corresponde» la corrupción a través de una justicia que actúe con » independencia y celeridad «.
Vizcarra es el primer exgobernador regional que accede a la presidencia pero su conocimiento de la política regional en un país afectado por el centralismo, puede ayudarnos con el Perú profundo, aunque para que tengamos que manejar con cautela sus relaciones con el parlamento opositor.
El nuevo presidente peruano ejercía el cargo de primer vicepresidente y embajador en Canadá. Llegó a Lima durante la madrugada y sus simpatizantes le dio la bienvenida en el aeropuerto internacional con un gran pastel decorado con los colores rojo y blanco de la bandera peruana porque el jueves cumplió 55 años.
Vizcarra ingresó al Parlamento entre los legisladores de todas las bancadas, incluyendo la oposición. Keiko Fujimori, la lider opositora cuyo partido es mayoritario en el Parlamento, el deseó al mandatario. «Este es un momento para estar juntos como peruanos, firmas y optimistas ante los desafíos que nos esperan», escribió en su cuenta de Twitter.
El mandatario pidió a la oposición marcar un punto de quiebre con el pasado y refundar la institucionalidad política para «no enredarnos en peleas encarnadas … dejando de lado los intereses y apetitos personales».
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Los esfuerzos para sacar al poder al impopular Kuczynski liderados por Keiko Fujimori –quien perdieron las elecciones presidenciales ante el exbanquero de Wall Street– fueron constantes y también fueron alimentados por los sucesivos errores políticos del ahora exmandatario.
Las grabaciones ocultas que derrumbaron la credibilidad de Kuczynski durante la semana fueron el último capítulo de un drama que comenzó hace meses con las revelaciones de que el mandatario recibió dinero de la constructora brasileña Odebrecht, lo cual desató pedidos para que fuera destituido.
El caso Odebrecht ha provocado una crisis profunda en Perú que ha salpicado a los últimos cuatro presidentes desde 2001 y que también incluye poderosos políticos como Keiko Fujimori.