Una jornada particular se vivió en las Islas Malvinas. A las ocho de la mañana comenzaron a llegar los primeros familiares de los 90 caídos durante la guerra, quienes fueron identificados meses atrás y homenajeados este lunes.
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El cementerio Darwin albergó a un centenar de personas que quisieron acompañar a sus fallecidos, quienes ahora tienen un nombre en su tumba, otorgados durante una emotiva ceremonia de presentación de las placas que, después de varias décadas, los señalan en el cementerio del archipiélago.
Más de 200 allegados de los soldados muertos en la guerra de 1982, en la que Argentina resultó derrotada por Gran Bretaña, viajaron en la madrugada en tres aviones a las islas que los británicos llaman Falklands para cerrar una herida abierta desde hace casi 36 años.
“Es una sensación muy fuerte, nueva, porque me encontré con mi hijo”, dijo Dalal Abd, madre del soldado Marcelo Daniel Massad, cuyos restos fueron identificados en 2017 por un equipo multinacional de expertos al mando del Comité Internacional de la Cruz Roja que exhumó y extrajo tejidos de los caídos de tumbas marcadas con la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios” del cementerio isleño de Darwin.
Visiblemente emocionada tras visitar el lugar, la mujer comentó que “pude hablar con él, como madre pude hacerle preguntas. Tengo una sensación de paz porque sé dónde está él después de 36 años de tanta lucha. Ahora sé que está con su cruz”.
Luego de negociaciones iniciadas durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández (2007-2015), a fines de 2016 los gobiernos de Argentina y el Reino Unido lograron dejar a un lado sus diferencias acerca de la soberanía del archipiélago situado en el Atlántico sur y acordaron identificar los restos mortales de más de un centenar de combatientes enterrados en Darwin. Con ello se daba cumplimiento al derecho humanitario de identificar a los muertos en el campo de batalla.
En un primer momento se logró identificar a 88 soldados, con lo que el 4 de marzo las correspondientes lápidas fueron trasladadas a las islas. Debido a la posterior identificación de otros dos cuerpos, sendas lápidas viajaron en uno de los aviones que partió durante la madrugada del lunes desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires.
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“Desde el Estado (argentino) también se ha dado un paso gigantesco de cerrar una deuda que se tenía con las familias, con los héroes de Malvinas”, declaró Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos. “Este es el camino que la Argentina y el mundo tienen que tomar, del diálogo, del encuentro, del respeto y reconocimiento del prójimo. De esta manera nuestras sociedades van a ser mucho mejores, más justas y pacíficas”.
Las muestras extraídas del cementerio habían sido comparadas con muestras de ADN de familiares que aceptaron el cotejo en un laboratorio del Equipo Argentino de Antropología Forense. En tanto, laboratorios de Gran Bretaña y España efectuaron controles de calidad de esos análisis.
En los actos de homenaje estuvo presente el coronel retirado inglés Geoffrey Cardoso, quien recibió la orden de recuperar los cuerpos de los soldados argentinos enterrados en fosas comunes en los campos de batalla y volver a darles sepultura en enero de 1983 en el cementerio que el gobierno británico accedió a construir.
La guerra de las Malvinas terminó con un saldo de 649 soldados argentinos muertos, de los cuales casi la mitad perecieron en el hundimiento del crucero General Belgrano. Un total de 255 británicos fallecieron en el conflicto.