Un estudio de expertos en nutrición de las universidades Adolfo Ibáñez, de Chile y Católica plantea implementar impuestos a nutrientes críticos (azúcar, sodio y grasas saturadas) contenidos en diferentes alimentos.
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Lo anterior con el fin de desincentivar el consumo de alimentos poco saludables y volver más barata la alimentación sana.
Una de las industrias que se vería más afectada por la iniciativa sería la de la comida rápida, donde existirían productos que subirían hasta un 100 por ciento de acuerdo a Doggis, cadena de comida rápida. Al cierre de esta edición la cadena no entregó declaraciones respecto a este tema.
El presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile, Paolo Castro, afirma que la iniciativa no es una novedad para ellos. Propuestas similares ya habían sido planteadas por el Colegio.
Él cree que la medida debiera hacerse cien por ciento efectiva en un máximo de dos a tres años.
La autoridad máxima del organismo colegiado cree que el subsidio a alimentos saludables es aún más importante que los impuestos a los alimentos «altos en».
Subsidiando un 10% los alimentos saludables, su consumo aumentaría considerablemente según Castro.
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Esto porque, según el presidente de la directiva del Colegio de Nutricionistas, el precio es un factor decisivo a la hora de aumentar o disminuir el consumo de cualquier alimento.
¿Podría haber deficiencias de algún nutriente?
El Colegio de Nutricionistas afirma que el azúcar añadida y las grasas saturadas a las que se le quiere aplicar un impuesto con la nueva propuesta difícilmente podría derivar en deficiencias dañinas de alguno de estos nutrientes críticos en el organismo: «se puede vivir sin grasas saturadas ni azúcar añadida».