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¿Tendremos electricidad y servicios básicos luego de un sismo? UC investiga la interconectividad en Santiago en Valparaíso

El apagón del domingo 14 de marzo de 2010, dos semanas después del terremoto del 27 de febrero y que dañó al Sistema Interconectado Central, fue el punto de partida de la propuesta académica.

Ante el riesgo permanente de un nuevo terremoto, un equipo de investigadores de Ingeniería de la Universidad Católica (UC), asociados al Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), y de la University College de Londres (UCL), estudiará por primera vez en Chile la vulnerabilidad y resiliencia sísmica de las redes de servicios básicos interconectadas en grandes zonas urbanas.

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La iniciativa es parte de un proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT), que busca evaluar la capacidad de recuperación de las redes interconectadas de energía eléctrica, transporte, salud y agua entre las regiones Metropolitana y de Valparaíso.

“El estudio considerará las interdependencias de estos servicios básicos, que generalmente han sido ignoradas en las investigaciones sobre riesgo frente a desastres de origen natural. Especialmente de dos grandes centros urbanos, que representan más del 50 por ciento de la población chilena», destacó Juan Carlos de la Llera, decano de Ingeniería UC que lidera el trabajo científico.

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El investigador principal del proyecto agregó que los daños ocasionados por los terremotos a los sistemas críticos, impactan directamente a las personas en el corto y largo plazo, y también a las compañías de servicios públicos en sus medidas de prevención y mitigación.

“Aunque la ingeniería ha logrado avances importantes en términos de estructuras, la investigación actual requiere observar la respuesta y resiliencia sísmica de las redes interconectadas de energía eléctrica, transporte, salud y agua, incluyendo el funcionamiento de estos sistemas antes, durante y después de un gran evento”, precisó De la Llera. 

Para los investigadores, uno de los ejemplos de la fragilidad inducida por la interdependencia de los servicios básicos, fue el apagón del domingo 14 de marzo de 2010, dos semanas después del terremoto del 27 de febrero y que dañó al Sistema Interconectado Central. A las 20:45 horas de ese día, una falla del transformador eléctrico de Charrúa, ubicado en Cabrero en la Región del Biobío, causó un apagón generalizado desde Taltal hasta Chiloé.

“Naturalmente, esta situación afectó al servicio de Metro de Santiago, demostrando una interdependencia entre este medio de transporte y la red eléctrica. Asimismo, derivó en cuatro incendios en la capital y la suspensión de algunos eventos masivos en el país”, detalló el decano.

El investigador de CIGIDEN adelantó que el estudio se organizará en cuatro etapas, que van desde el análisis de riesgo de los servicios básicos, hasta el trabajo experimental y la simulación a gran escala para evaluar la capacidad de respuesta de las redes como sistemas interconectados, entre otros aspectos.

“Este proyecto apoyará el desarrollo de un campo de investigación bastante nuevo en ingeniería sísmica. Además el conocimiento sobre este tema podría utilizarse para realizar análisis similares en otros lugares del país y el mundo expuestos a grandes eventos naturales”, sentenció el experto.

Los terremotos a nivel global representan el 29% de las ocurrencias de peligros naturales, el 47% de las muertes humanas y el 35% de las pérdidas económicas mundiales. Para Chile, los eventos sísmicos significan un costo promedio de alrededor del 1% del Producto Interno Bruto anual, más de dos mil millones de dólares por año.

 

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