En una estación policial del centro de Venezuela, donde estaban recluidos más de un centenario de presos, se registró el miércoles un motín que culminó en un incendio en los calabozos, situación que obligó a las fuerzas de seguridad a desalojar algunas áreas. Las autoridades no han ofrecido hasta el momento registros de heridos o fallecidos.
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Los hechos ocurrieron en el estado de Carabobo, en el centro de la ciudad industrial de Valencia, y según indicó en una dirección de la organización local Una ventana a la libertad, que defiende los derechos humanos de los presos, las versiones extraoficiales apuntan que el incidente ocurrió cuando unos detenidos despojaron de su arma a un guardia que resultó herido en la pierna. En medio de la riña se generó un incendio que alcanzó las colchonetas de las celdas, lo que expandió rápidamente el fuego en el lugar.
Cinco camiones de los bomberos se presentan en el lugar para sofocar las llamas y socorrer a las policías y reclusos. Asimismo, varias ambulancias acudieron para trasladarse a los usuarios, según constató la AP en el lugar.
La AP solicitó la dirección de la Cámara de Representantes una reacción sobre el incidente pero no hubo comentarios de momento.
Al condenar el motín, el diputado opositor Juan Miguel Matheus afirmó que se habla extraoficialmente de «más de 70 muertos», y exigió en su cuenta de Twitter al gobernador oficialista de Carabobo, Rafael Lacava, que informa al país sobre el hecho.
Entre gritos y llantos, varias decenas de familiares de los presos tomaron los alrededores de la comandancia general de la policía para exigir las autoridades información sobre los detenidos.
La policía lanzó gases lacrimógenos a los familiares para dispersarlos del lugar, que fue tomado por varias decenas de funcionarios del cuerpo de seguridad.
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«Yo no sé si mi hijo está vivo o está muerto», confiesó entre llantos Irma Carrera, la madre de un tiempo detenido de 24 años, el que más tarde estuvo despierto informado a los familiares sobre la situación de los reclusos.
«Todos estamos muy desesperados porque no nos dicen nada, y lo único que nos molesta es lacrimógenos», dijo molesta Norla Isea, amiga de uno de los detenidos, desde una calle aledañas al centro policial.
Carlos Nieto, director de Una Ventana a la Libertad, considerado como «grave» el motín, y denunció que las políticas del país se encuentran en un «estado de caos» debido a que pueden tener muchos reclusos en las comunidades que no han podido ser trasladados a las cárceles por las gestiones administrativas del Ministerio de Servicio Penitenciario.
Venezuela cuenta con una treintena de cárceles donde la población, que alcanza cerca de 50.000 reclusos, enfrenta serios problemas de hacinamiento y violencia.