Se considera la mayor expulsión de diplomáticos de la historia: 27 países ordenaron la salida de 143 funcionarios rusos.
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A más de tres semanas del ataque en Reino con un agente nervioso contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija, que tuvieron que ser internados de gravedad, siguen aumentando las consecuencias del incidente del que gran parte de la comunidad internacional responsabiliza al Kremlin, una acusación que Moscú niega.
Se trata de la crisis diplomática más seria de los últimos años entre Occidente y Rusia.
Y en Rusia tienen una mirada particular. El canciller, Sergei Lavrov, acusó a Estados Unidos de un "chantaje colosal" y dijo que quedaban "pocos países independientes" en Europa.