Asegurando que la situación ha alcanzado un “punto crítico”, el presidente Donald Trump firmó el miércoles una proclama en la que ordena la militarización la frontera con México para combatir la inmigración ilegal.
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Pero ¿son parte del Ejército (en inglés Army) de Estados Unidos las tropas que serán enviadas a la frontera? La respuesta es si, pero no es el Ejército propiamente tal que va a las guerras, ya que es una rama anexa llamada Guardia Nacional, formada por soldados ciudadanos que entrenan a tiempo parcial cerca de casa y que se mantienen en reserva hasta que se los necesite, según Today’s Military.
“La Guardia se moviliza para proteger los intereses nacionales de los Estados Unidos en momentos de conflicto o de desastre natural. También se puede movilizar internacionalmente junto a las tropas de tiempo completo cuando la situación lo requiera”, agrega el sitio.
Este es el comando que llega a reforzar a la policía cuando se producen revueltas, ya que el Ejercito estadounidense (en inglés Army) no está autorizado para desplegar armas en territorio nacional. Las leyes federales prohíben el uso de soldados en servicio activo para labores policiales dentro de Estados Unidos, a menos que el Congreso lo autorice específicamente.
Por esto durante los últimos 12 años, los presidentes han enviado tropas de la Guardia Nacional a la frontera para incrementar la seguridad y para que apoyen en la vigilancia y de otras formas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que el plan sería similar a un operativo de 2006 en el que el presidente George W. Bush envió tropas para que ayudaran a personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza con labores no policiales mientras se contrataba y entrenaba a agentes fronterizos.
El presidente Barack Obama también envió a unos 1.200 efectivos en 2010 para fortalecer el combate al narcotráfico y la inmigración ilegal.
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A través de la historia se han enviado soldados o milicias a impedir la fuga de esclavos negros, expulsar a los nativos de sus tierras ancestrales y reprimir las revueltas México-estadounidenses provocadas por la violencia de las turbas blancas.
En la actualidad hay más de 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre Estados Unidos y México, y varias agencias federales también tienen presencia allí.