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Con la finalidad de cubrir emergencias o imprevistos, la tasa de ahorro de los chilenos torna al alza, confirmando las máximas provisionales más elementales.
Si bin el país se ubica bajo el promedio OCDE, a juicio de expertos se está observando un cambio de tendencia en el último tiempo, ya que la población nacional está optando progresivamente por una cultura de guardar dinero.
Según un estudio de Chiledeudas elaborado en base a información de la SBIF, en la primera parte del año 2018 los chilenos aumentaron su ahorro 4,8% en comparación a igual período de 2017, llegando a los 114.507.027 millones de pesos, lo que representa casi 190.000 millones de dólares.
El 65% de este ahorro, detalló el director de Chiledeudas, Guillermo Figueroa, se realiza a través de depósitos a plazo, el 25% en depósitos a la vista y solamente el 5% en cuentas individuales. Lo que, a su juicio, muestra la poca diversidad de instrumentos para guardar dinero a nivel nacional y la nula educación financiera que debería iniciarse a temprana edad en las aulas del país.
El director de Chiledeudas contó además que la zona sur lideró la tasa de crecimiento del ahorro de los chilenos, lo que está ligado a sus positivos indicadores económicos. El primer lugar fue para la región de Los Ríos, con una expansión de 10,5% hasta los 653.692 millones de pesos, el segundo puesto quedó en los Lagos con un incremento de 9% computando 1.571.405 millones de pesos y el tercer sitial lo alcanzó Magallanes con un avance de 8,2% registrando 616.656 millones de pesos.
La única región que disminuyó su ahorro fue la del Maule, con una baja de 4,4% hasta los 1.847.106 millones de pesos, en línea con sus negativos indicadores económicos. La capital Metropolitana de Chile concentró más del 82% de los dineros guardados con 94.043.210 millones de pesos.
Ante esto, el experto de Chiledeudas recordó que el 59% de los habitantes del país han declarado juntan dinero, siendo una cifra en expansión, porque en ciclos anteriores el ítem quedaba en 53%. Sin embargo, afirmó que “una sociedad concentrada hoy día fundamentalmente en la toma de créditos debe combinar esa realidad con un esfuerzo adicional de ahorro, acorde a la capacidad financiera de cada persona, por supuesto”.
Entre los principales motivos para ahorrar, se encuentra el cubrir emergencias o imprevistos, la necesidad de viajar y el pago de la educación. Pero las razones que más crecen son invertir ese dinero guardado, comprarse una casa y adquirir un auto. Y surgen también puntos como poder dejar de trabajar un tiempo y pagar operaciones médicas.
