Arizona, Texas y Nuevo México se comprometieron el lunes a enviar unos 1.600 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México, en respuesta al plan del presidente Donald Trump de usar a las fuerzas armadas para que ayuden a combatir la inmigración ilegal y el narcotráfico.
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El gobernador de Texas Greg Abbott dijo que añadiría unos 300 soldados por semana a los 250 miembros de la Guardia Nacional, cuyo emplazamiento fue anunciado el viernes hasta que la cifra total llegue al menos a mil.
Las autoridades de Arizona anunciaron que mandarían a 225 soldados de la Guardia Nacional a la frontera el lunes y se comprometieron a emplazar otros 113 el martes.
Y la oficina de la gobernadora de Nuevo México, Susana Martinez, dijo que más de 80 elementos serían enviados en los próximos días. Serán los primeros de un contingente que se prevé estará formado por 250 miembros de la Guardia Nacional.
Los tres estados tienen gobernadores republicanos.
Trump dijo la semana pasada que quiere enviar entre 2 mil y 4 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera con México.
El gobernador de Arizona Doug Ducey le dijo a un grupo de soldados que se preparaban para partir desde una base militar en Phoenix que su misión es la de «detener el flujo de delincuentes, narcóticos, armas y municiones que están siendo traficados a nuestro estado«.
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Luego les dijo a los reporteros que se necesita emplazar a los soldados para detener un aumento en los cruces fronterizos registrado desde marzo, y acusó al gobierno federal de haber ignorado la frontera “durante casi una década”.
Las autoridades de Texas mostraron imágenes el fin de semana de efectivos a su llegada a la frontera. Greg Abbott le dijo el lunes a la radiodifusora KTSA de San Antonio que Texas incrementará significativamente su compromiso con el llamado de Trump durante las próximas semanas.
Algunos miembros de la Guardia Nacional estarán armados si son enviados a sitios donde pudieran enfrentar algún peligro, advirtió Abbott.
Dijo que, con base en sus conversaciones con Trump y otros funcionarios, no se ha establecido un plazo para poner fin al emplazamiento.
“Podremos estar en esto a largo plazo”, señaló.
Trump ha dicho que pretende utilizar a las fuerzas armadas en la frontera hasta que se logren avances en su propuesta del muro fronterizo, la cual se ha atascado en el Congreso.
El secretario de Defensa, James Mattis, aprobó el viernes pasado que se pague a los 4 mil elementos de la Guardia Nacional con dinero del Pentágono hasta finales de septiembre.
El Departamento de Defensa indicó en un memorando que los miembros de la Guardia Nacional no efectuarán labores policiales ni “interactuarán con migrantes u otras personas detenidas” sin la aprobación de Mattis.
“La portación de armas estará limitada a las circunstancias que puedan requerir defensa propia”, señaló el departamento sin abundar en detalles.