Ya comienza una época donde las enfermedades empiezan a acechar a las personas y donde se pone en juego la continuidad operativa de las empresas.
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Independiente de las precauciones que los propios trabajadores puedan tomar para no sufrir, por ejemplo, una gripe o, por otro lado, ser preso del estrés laboral ¿qué rol le corresponde a las empresas en el cuidado de la salud de sus colaboradores?
“Sin lugar a duda las empresas tienen una responsabilidad tácita con cuidar las condiciones, seguridad, e higiene de las personas. Esto tiene que ver con el aseo del lugar, clima laboral, niveles de audición como visión, y condiciones físicas del lugar”, sostiene Javier Krawicki, CEO de Tu Primera Pega.
El especialista añade también que las organizaciones deben resguardar la seguridad mental de la persona. “Si un trabajador comienza a tener indicios de que está teniendo algún tipo de inconveniente sicológico producto del trabajo, la empresa debe ser solidaria y responsable para poder otorgar una licencia y prestarle su ayuda”, apunta.
Ahora bien, en términos legales, Cristián Briones, director ejecutivo de la empresa de recursos humanos HPI, explica que se debe considerar el «Protocolo de Vigilancia de Riesgos Sicosociales» y que es aplicable a todas las empresas desde el 2015 y “cuyo objetivo es entregar un instrumento que da orientaciones técnicas para valorar, medir y evaluar la exposición a riesgo sicosocial al interior de las empresas y organizaciones del país”.
Otro punto importante donde las empresas pueden trabajar es en la prevención de dolencias. En ese sentido, Krawicki indica que los empleadores deberían tener como estrategia “promover la salud desde las buenas prácticas, tener hábitos alimenticios, y concientizar a los empleados en tener una mejor calidad de vida, por lo tanto, es fundamental que el área de recursos humanos trabaje en estos temas”.
Cultura saludable
Para enfocar la preocupación sobre la salud y el bienestar de los trabajadores, ambos especialistas remarcan que las empresas deben trabajar para crear una “cultura saludable” que abarque diferentes aristas.
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“Hay empresas que tienen muy buenas gerencias de felicidad, de desarrollo organizacional y excelentes programas de formación, que han entendido que el crecimiento futuro solo puede darse en conjunto con los trabajadores”, comenta Briones.
En tanto, Krawicki estima que hay cada vez más consciencia en las empresas sobre este tipo de temas. “Algunas por ejemplo entregando botellas de agua, hacer charlas nutricionales, pastillas para que los empleados dejen de fumar, incentivar el deporte”, subraya.
Pese a ello, Briones lamenta que aún hay organizaciones que “continúan con la concepción clásica de recursos humanos y en las que, como opinión personal, creo es solo cosa de tiempo hasta que se den cuenta que solo un cambio de paradigma les permitirá ser competitivas en el nuevo entorno digital que estamos viviendo”.
