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Suenan tambores de guerra: Trump amenaza con poner a prueba el Escudo Antimisiles de Rusia en Siria

Se multiplican las señales de una inminente réplica militar por parte de Estados Unidos y Francia tras el presunto ataque químico del sábado en Duma, atribuido al régimen sirio. Rusia advierte que podría “desestabilizar la ya frágil situación de la región”. Por su parte, Trump le replicó esta mañana en twitter que “los misiles llegarán”.

El destructor lanza-misiles USS Donald Cook partió el lunes del puerto Lanarca, Chipre, donde hacía una escala, y se encuentra en una zona donde fácilmente podría atacar Siria.

Mientras, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) emitió el martes por la tarde un mensaje advirtiendo “posibles ataques aéreos en Siria (…) dentro de las próximas 72 horas”.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), el ejército sirio puso a sus fuerzas “en estado de alerta” por los próximos tres días en los aeropuertos y bases militares de este país arrasado por la guerra desde 2011.

Las tropas se preparan con un despliegue rápido, especialmente en Damasco, pero también la provincia de Homs (centro) y en Deir Ezzor (este), según el director de esta organización, Rami Abdel Rahman.

Esta medida se adopta generalmente “en reacción a las amenazas exteriores”, precisó.

Trump ya bombardeó en abril de 2017 una base militar siria en respuesta a un ataque con gas sarín en Jan Sheijun, del que acusaron al régimen de Asad y que dejó 80 civiles muertos.

El régimen sirio siempre ha negado su responsabilidad por los ataques químicos que se le han atribuido durante la guerra que devasta el país desde 2011.

Misiles de crucero Tomahawk

Casi nadie cree que pueda producirse una operación militar terrestre a gran escala, especialmente dado que el presidente pidió hace menos de dos semanas la retirada total de las tropas estadounidenses de Siria, contra el consejo de sus propios generales.  De modo que un ataque aéreo con misiles parece el escenario más creíble, en caso de que Trump ordene finalmente tomar represalias armadas.

Las fuerzas armadas estadounidenses parecían colocarse en posición para cumplir una orden de ataque. Un destructor de la armada, el USS Donald Cook, cruzaba el Mediterráneo oriental en esa dirección tras una escala en Chipre. El destructor de misiles está armado con misiles crucero Tomahawk, los mismos que se usaron hace un año para atacar una base aérea en Siria luego de un presunto ataque con gas sarín a civiles.

Los misiles Tomahawk son de alta precisión. Cada uno de estos misiles de crucero de largo alcance mide más de seis metros de longitud y pesa más de 1.500 kilos.

Suelen llevar ojivas (cargas explosivas) de hasta 454 kilos, están diseñados para volar a bajas altitudes, llegando hasta los 885 km/h y son capaces de alcanzar objetivos de hasta 1.600 kilómetros de distancia.

Estos misiles funcionan gracias a tecnología GPS. Por supuesto, pueden fallar, pero su margen de error estimado es de tan sólo 10 metros.

La defensa de Rusia en Siria

Rusia advirtió este miércoles que se reserva el derecho de responder cualquier ataque contra Siria y comenzó los preparativos para realizar ejercicios bélicos a lo largo de este mes en inmediaciones de las aguas territoriales de ese país. El ejército ruso, dijo el embajador ruso en el Líbano,Alexander Zasypkin citado por RT, se reserva el derecho de «abatir los misiles» y «destruir las fuentes de lanzamiento» en caso de una agresión de Washington contra Siria

El ejército del aire del país cuenta con 265 aeronaves de ataque y un personal de 15.000 miembros, por lo que no es un rival demasiado temible para las espectaculares capacidades del Pentágono. Los sucesivos bombardeos israelíes en territorio sirio, además, han castigado las defensas aéreas del país. Pero Damasco cuenta con poderoso aliado: el Kremlin.

Rusia mantiene desplegados desde 2015 misiles S-400 en la base aérea bajo su control en Khmeimin, en la provincia de Latakía, que tienen un radio de alcance de unos 400 kilómetros. A finales de enero, el Kremlin envió dos baterías adicionales a Khmeimin y otras dos a la base naval rusa de Tartús, de modo que su capacidad de respuesta es una realidad. Además, un contingente de cazas rusos permanece activo en Siria, así como una red de baterías antiaéreas y radares cerca de las áreas con presencia rusa. Factores que Trump y sus estrategas militares deben tener en cuenta a la hora de decidir qué hacer.

Rusia podría utilizar los sistemas de defensa antiaérea S-300, S-400 y Pantsir si el posible ataque estadounidense contra Siria amenaza a los militares rusos que se encuentran allí, declaró al medio ruso Sputnik,  el vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación de Rusia, Alexéi Kondrátiev.

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