Fue en abril del año pasado cuando el entonces intendente metropolitano, Claudio Orrego, popularizó el concepto, frente a las torres de departamentos construidos en Estación Central: “guetos verticales”.
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El término, criticado por algunos que acusaban estigmatización, sirvió para evidenciar el descontrol inmobiliario que se genera cuando no hay normativa que regule en qué condiciones se deben construir viviendas. Pero en el actual Gobierno ha surgido una idea.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, ha señalado en un par de entrevistas que se está evaluando que los subsidios como el que beneficia a la clase media, no puedan usarse para comprar viviendas en este tipo de construcciones. ¿Es una medida que va en la dirección indicada?
“Me parece correcta”, señala Gerardo Ureta, académico de la escuela de Arquitectura de la Universidad Mayor. Eso sí indica que esta propuesta debe ir acompañada de “un plan de acciones conjuntas que solucionen el problema habitacional en Chile”.
“La industria inmobiliaria está al debe en materia urbanística”, dice Ureta
El especialista indica que el mercado, en general, ha desarrollado viviendas “con una excelente calidad constructiva”, sobre todo en materia sísmica, pero a la vez critica que “la industria inmobiliaria está al debe en materia urbanística”.
Consultados por este asunto, desde la Cámara Chilena de la Construcción (CchC), su gerente de vivienda, Pablo Álvarez, señala que una medida como esta no les incomoda. “El ministro puede poner las condiciones que estime conveniente para la entrega de subsidios”, señala.
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Eso sí, subraya que los más adecuado “es tener instrumentos objetivos que especifiquen las condiciones de construcción”, lo que dice, se debe plantear en el plano regulador y las normas de construcción, para que así las empresas tengan claro qué condiciones deben tener sus edificios para poder ser objeto del uso del subsidio. “Lo único importante es tener condiciones que sean explícitamente claras”, insiste.
¿Impacto en los precios?
Una medida así ¿impactaría en el sector? “Probablemente el precio de estas viviendas aumentaría”, señala Francisco Aravena, académico de Ingeniería Comercial de la U. San Sebastián. Añade que eso repercutiría en “un desincentivo en la construcción de estas edificaciones”.
Eso sí, Ureta advierte que el Minvu debe tener cuidado que las normativas que pueda implementar “inhiban el desarrollo inmobiliario y constructivo”.
