Faltó la narración de Carlos «Carlitos» Cabrera para describir lo que ocurrió este jueves en el Congreso. Ello pues «por poquito» casi se desata una pelea. El round lo inició el diputado Ignacio Urrutia (UDI) quien tomó la palabra luego que se retirara el proyecto que entrega dineros, a modo de reparación, a quienes fueron víctimas de torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
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En ese momento, el parlamentario no tuvo tapujos en calificar que los exiliados a causa de ese gobierno militar eran «terroristas». Es más, cuestionó la idea indicando que estos montos eran «regalitos».
“Es una excelente noticia que el Gobierno haya retirado este proyecto que es nefasto. No es la única vez que se entregan estos beneficios, es como la décima vez que se entregan estos regalitos a gente que en el fondo fueron más que exiliados, fueron más que nada terroristas en el pasado», declaró Urrutia.
Reacciones
De inmediato parlamentarios de oposición pifiaron tales calificaciones. El mismo diputado Patricio Melero, también UDI, se tapó la cara tras escuchar esta declaración.
«Enhorabuena el gobierno retiró el aguinaldo que le querían entregar a esta gente y espero sinceramente que en el futuro no se presente nunca más un proyecto de esta naturaleza”, dijo Urrutia.
Mientras decía esto, diputados de la bancada del Partido Socialista, Comunista y miembros del Frente Amplio abandonaron la sala.
Jiles lo encaró
Pero no fue lo único. En la grabación, publicada por la diputada Daniela Cicardini (PS) en Youtube, se puede ver cómo la diputada Pamela Jiles camina en dirección al puesto de Urrutia para encararlo por estos dichos.
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Pese a que no se escucha qué le dice, por su expresión corporal se aprecia que es una declaración de molestia por las palabras dichas por Urrutia. Tanto así que otros miembros de la bancada UDI deciden ir al punto más caliente del Congreso con el objetivo de calmar los ánimos.
El hecho terminó con miembros del Frente Amplio insistiéndole a la diputada Jiles que se fuera del lugar, aún cuando la molestia por tales palabras persisten incluso en parlamentarios que pertenecen a la coalición oficialista. Finalmente, la sesión fue suspendida.