Durante el año 2017, ocurrieron más de 10.700 accidentes laborales lo que corresponde a un 12% más que al año 2014, según datos del Instituto de Seguridad Laboral. Para prevenir y reducir las cifras de accidentes en las empresas, es fundamental desarrollar una cultura de seguridad para que los cuidados sean de manera sistémica hacia todos los integrantes de la organización.
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Al respecto, Rodrigo Correa, sicólogo laboral y gerente de Mandomedio Consulting, explica que “una apropiada intervención para desarrollar una cultura de seguridad, dependerá de la capacidad de la organización para asegurar una dinámica interna coherente, sistemas de gestión apropiados y mecanismos de coordinación que le permitan a las personas tomar decisiones a favor del auto cuidado en su trabajo”.
Para implementar este modelo, primero se debe realizar un diagnóstico y luego hay tres etapas para lograr una disminución de la tasa de accidentes, que parten desde los aspectos más básicos como los estructurales de la empresa hasta los factores humanos: controlar el entorno, estandarizar la forma de trabajar y los procesos, y potenciar los sistemas organizacionales. Dentro de estos pasos, hay diversas acciones que se pueden ejecutar como el rediseño del contexto organizacional, que la estrategia sea sólida y compartida, y que las personas sean responsables y comprometidas en su rol y con los procesos de la compañía.
“Aplicar estas acciones generales, que en conjunto permiten estandarizar, profesionalizar, y mejorar la arquitectura organizacional, ayudarán a que la seguridad se incremente”, dice el ejecutivo de Mandomedio Consulting.
Además, existen cuatro componentes clave para implementar una cultura en seguridad que deben ser transmitidos e incorporados por todos los colaboradores para que exista conciencia de cómo evitar riesgos laborales. Estos son: identidad organizacional, gestión interna, interacción y dinámicas grupales, y comportamiento individual.
“Para medir los resultados en seguridad se recomienda que sea con ayuda de un instrumento que describa cada componente del modelo de cultura en seguridad, y mida su nivel de cumplimiento y la alineación de los colaboradores con cada uno de ellos”, concluye Correa.