Jaime Bestard, ministro del Tribunal Superior de Justicia Electoral, informó que el candidato del Partido Colorado se impuso en las elecciones de este domingo. Con más del 96% de las mesas escrutadas, los resultados son irreversibles. El oficialista saca una ventaja de cuatro puntos sobre Efraín Alegre.
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En Paraguay no hay segunda vuelta electoral, por lo que el que se imponga en las elecciones de esta jornada será automáticamente el sucesor del colorado Horacio Cartes, incluso con un solo voto de diferencia.
Los principales candidatos a mandatario son los conservadores Mario Abdo Benítez, del oficialista Partido Colorado e hijo de un ex secretario del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), y el opositor Efraín Alegre, de la Alianza Ganar.
«Marito», como se le conoce popularmente, propone mantener la política económica del saliente presidente Horacio Cartes, basada en las exportaciones agrícolas, que le ha permitido a Paraguay crecer a un ritmo de 4% anual desde hace más de una década.
Su padre fue procesado por enriquecimiento ilícito. Fue uno de los primeros presos de la democracia que se instaló tras la caída de Stroessner, pero finalmente fue sobreseído.
Ingresó a la militancia política dentro del movimiento Paz y Progreso, el lema del gobierno de la dictadura. Asistió a los funerales de Stroessner en su exilio de Brasilia en 2006 y propuso que el partido Colorado le rindiera tributo.
En 2013 fue elegido senador y ungido presidente del Congreso en 2015, año que marcó el punto de inflexión y de ruptura en sus relaciones con el presidente Horacio Cartes.
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Efraín Alegre, un abogado de 55 años que comenzó su actividad política en oposición a la dictadura, intentaba por segunda vez acceder a la presidencia. En su campaña prometía atacar la pobreza con un impulso a la economía familiar campesina, frente a los inmensos monocultivos de soja y de granos en general destinados a exportación, además de rebajar drásticamente la tarifa eléctrica para impulsar la inversión industrial para la generación de empleo.
Paraguay, que salió de 35 años de dictadura en 1989, ha vivido bajo la hegemonía del partido Colorado durante los últimos 70 años, con la sola excepción del gobierno del ex obispo y ex presidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato.
Además se trata de un país que figura en el puesto 135 de corrupción, de una lista de 180 países elaborada por Transparencia Internacional. Es un país rico en hidroelectricidad pero sin salida al mar, no logra reducir su índice de pobreza con la misma velocidad que crece su economía, en promedio 4% anual. La pobreza afecta a 26,4% de la población y la informalidad alcanza a 40% de la economía, según los especialistas.