El Presidente Sebastián Piñera paralizó este martes el nombramiento de su hermano como Pablo como embajador chileno en Argentina, hecho que había causado polémica en el mundo político debido a su parentesco.
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Mediante un comunicado, el Gobierno indicó que «como es de público conocimiento, algunos parlamentarios de oposición han presentado un requerimiento ante la Contraloría General de la República respecto de este nombramiento. En consecuencia, y por respeto a la institucionalidad vigente, me parece prudente esperar el pronunciamiento de la Contraloría frente al requerimiento antes mencionado, antes de proseguir con la implementación de este nombramiento».
De igual manera, volvió a defender el nombramiento de su hermano, señalando que «Pablo Piñera, por su sólida formación académica y amplia experiencia en el sector público, privado y en temas de relaciones internacionales, fue designado por los ex presidentes Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet en los siguientes importantes cargos públicos».
En ese sentido, recordó que ocupó puestos como «subsecretario de Hacienda, consejero del Banco Central, director ejecutivo de TVN, subsecretario de Obras Públicas, director general administrativo del Ministerio de Relaciones Exteriores, profesor de la Academia Diplomática y gerente general del Banco Estado».
Piñera además enfatizó que en su opinión, «aquí no existe ningún acto de nepotismo ni mucho menos de descuido de interés público, pues su nombramiento no obedece a su calidad de hermano ni a ningún interés particular, si no sólo a un legítimo interés público».
Por último, el Jefe de Estado insistió que «estoy convencido que reúne todas las condiciones necesarias para ser un buen embajador de Chile en Argentina. Esta opinión ha sido compartida públicamente por ex cancilleres de la Concertación como Alejando Foxley, José Miguel Insulza y Soledad Alvear».