Ayer lunes se eliminó definitivamente la entrega de la Visa Temporaria con Motivos Laborales. En simple, era la forma más fácil para que los extranjeros pudieran pasar de turistas a trabajadores y así quedarse en el país.
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Según especialistas, esta visas fue una de las razones que explican que los migrantes se empinaran al millón 114 mil a finales del año pasado. Y pese a que su entrega es la que se elimina, aún sigue vigente para quienes son titulares de una. Lo mismo pasa con el resto de «menús» de visas, que siguen existiendo, tal como la Sujeta a Contrato de Trabajo.
Pero si existen otras formas de migrar, ¿por qué se creó esta visa? Según indica José María Hurtado, asesor de la subsecretaría del Interior, todo partió 2015, cuando se elaboró por vía administrativa. «Esta visa era más fácil, un ‘fast track’ frente a la visa Sujeta a Contrato de Trabajo, con requisitos más duros, como tener un contrato real y por dos años. La visa por Motivos Laborales permitía presentar un contrato laboral sin la obligación de cumplirlo, es decir, bastaba sólo con tener una oferta», señala.
Venta ilegal de contratos
Es a causa de este último «vacío» en que, según el asesor, fue clave para generar un vicio: la venta de ofertas laborales.
«Como no era obligación cumplir el contrato, a veces este no se ejecutaba o incluso no era legítimo. ¿Qué pasó? Se creó un negocio de ‘contratos de trabajo’, que costaban desde $60 mil y que se vendían hasta en las colas de Extranjería», acusa.
Agrega que «el boca a boca fue crucial. Mucha gente empezó a decir: ‘es fácil Chile: vienes de turista, llegas y aquí compras un contrato. Así obtienes la visa’. Eso significó un aumento drástico de migrantes», precisa.
Problema posterior
Para Hurtado, ese no era el único problema, sino que había otro más grave al finalizarla. Al terminar el año, el titular tenía dos caminos: residencia o prorrogar la visa. El especialista indica que, a causa de presentar contratos falsos, hubo gente que para esa fecha no cumplía con los requisitos para la residencia y al final la extendían otro año más. Ahí quedaba la grande.
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«Los requisitos para la residencia eran tener cierta cantidad de cotizaciones o presentar boletas de honorarios por sobre el sueldo mínimo. Muchos otra vez llegaban al segundo año sin cumplir los requisitos. En ese punto ya no podían prorrogar más la visa: sólo podían pedir la residencia o irse del país. Ocurrió que muchos no tenían cómo acreditar todo, caían en la situación de irregular», indica el abogado.
Regularización
Por lo mismo, para él es importante la regularización. «Por primera vez un Gobierno se la juega y pone parte de su capital político para hacer una reforma así», precisa.
De hecho, informa que el proceso se durará hasta el 23 de mayo para quienes ingresaron por pasos irregulares, y hasta el 22 de julio para el resto.