A pesar de que hasta la fecha el pequeño Alfie Evans está respirando por sus propios medios luego de ser desconectado el lunes al soporte vital, Inglaterra ha decidido negarle la última esperanza de tratar al bebé en Italia acusando que el viaje sería «cruel e inhumano».
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Desde noviembre del 2016 Alfie había permanecido conectado a una máquina de ventilación mecánica debido a una rara enfermedad neurológica degenerativa e irreversible. Sin embargo, sus padres Thomas Evans (21) y Kate James (20) no se han dado por vencidos.
29 HOURS BREATHING INDEPENDANTLY… our little warrior is fighting hard .. keep Alfie in your prayers please.. @Pontifex @Pontifex_it @frfrankpavone @Steven_Woolfe #savealfieevans #releasealfieevans pic.twitter.com/NTlqWAcDXs
— #ALFIESARMY (@Alfiesarmy16) April 25, 2018
Luego que el hospital Alder Hey en Liverpool señalara que no hay esperanza alguna de que mejore y que se procedería a su desconexión, los Evans comenzaron una batalla legal para impedirlo. Tras varios recursos, la justicia inglesa dio la orden de desconectarlo el lunes.
Pero quedaba una última opción, tras la intercesión del propio Papa Francisco, Italia le concedió la nacionalidad italiana por motivos humanitarios al pequeño para poder ser trasladado a el hospital Bambino Gesú de Roma donde le continuarían dando tratamiento.
Sentencia
Para el viaje estaba dispuesto un avión completamente equipado con los insumos médicos necesarios para mantener en buenas condiciones a Alfie.
No obstante, el magistrado Anthony Hayden del Tribunal Superior de Manchester negó el traslado argumentando que el cerebro del bebé está «completamente dañado» debido a la enfermedad y que ya ha perdido «la capacidad de ver, oír, tener gusto y el sentido del tacto».
«Esto representa el capítulo final en el caso de este extraordinario niño», sentenció Hayden dejando la puerta abierta a que Alfie pase sus «días u horas finales» en casa con sus padres, quienes quedaron sin posibilidades de continuar su tratamiento.