Hace un año atrás, la tensión mundial era total debido al comportamiento de Corea del Norte, específicamente de su líder Kim Jong-un. Ensayos nucleares, lanzamiento de misiles y disputas permanentes con Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y otras naciones hacía que el planeta se alertara ante un inminente conflicto bélico.
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Hoy en cambio, la realidad es distinta. Horas atrás, Kim se reunió con su par surcoreano Moon Jae-in, siendo el primer líder de Pyongyang en cruzar la frontera hacía el país vecino desde la división de la península.
La histórica cita se llevó a cabo en un ambiente llenó de cordialidad y palabras de buena crianza. Y tras la actividad, el norcoreano habló con la prensa, en donde volvió a demostrar que sus palabras son completamente diferentes a las que expresaba antiguamente.
«Yo creo en que Corea del Norte y del Sur se reunificarán en el futuro», sostuvo Kim. Además, dejó entrever que podrían comenzar a minimizar las barreras que hay para que los ciudadanos de su país crucen hacía Seúl. «Somos un pueblo, una sangre, no podemos estar divididos», remarcó en declaraciones consignadas por la agencia Interfax.
Compromisos
Cabe mencionar que ambos líderes se comprometieron durante la reunión a buscar una «paz permanente», mientras que también indicaron que cesarán las hostilidades en la zona fronteriza y que intentarán lograr la desnuclearización total de la península.
Moon acordó visitar la capital norcoreana en otoño y ambos líderes dijeron que se reunirán de forma regular e intercambiarán llamadas telefónicas a través de la línea habilitada recientemente. Además abrirán una información de comunicación permanente en la localidad norcoreana de Kaesong y reanudarán las reuniones temporales entre las familias separadas por la Guerra de Corea (1950-1953)