La prensa de Corea del Norte pregonó el sábado el «logro inmortal» del líder Kim Jong Un, un día después de que se reunió con el presidente surcoreano Moon Jae-in y repitió sus promesas pasadas de retirar las armas nucleares de la península y trabajar en pro de un fin formal a la Guerra de Corea.
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La Agencia Noticiosa Central Coreana (Kcna), organismo oficial del gobierno norcoreano, reportó en su usual lenguaje adulador que los líderes intercambiaron «conversaciones honestas y sinceras» en una cumbre que «fue una realización del amor del líder supremo por la nación y su voluntad inquebrantable por la autosuficiencia».
El «logro inmortal» de Kim «quedará grabado brillantemente en la historia de la unificación de la nación coreana», afirmó el brazo de propaganda estatal.
Histórico
Aunque no hubo anuncios de medidas concretas sobre el asunto nuclear, las imágenes del viernes en Panmunjom fueron sorprendentes: Kim y Moon hicieron a un lado un año en el que estuvieron a punto de enfrascarse en una guerra, se tomaron de la mano y caminaron juntos a través de la agrietada plancha de concreto que marca la frontera entre las Coreas.
La imagen, inconcebible hace apenas unos meses, les permitió a los líderes dar un paso hacia la posibilidad de un futuro de cooperación incluso mientras reconocían el escepticismo generalizado de que, después de décadas de esfuerzos diplomáticos fallidos, las cosas no serán distintas en esta ocasión.