A la horca. Esa es la condena a la que se exponen dos chilenos que se encontraban de paseo por Malasia y que, tras una pelea, terminaron viéndose involucrados en un caso de homicidio.
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El hecho se remonta al año pasado cuando Felipe Osiadacz junto a un amigo Fernando Candia fueron presuntamente agredido por una persona oriunda de Malasia. Tras un altercado cuyas dimensiones se desconocen, quien eventualmente inició todo perdió la vida. A causa de esto, los jóvenes fueron detenidos en octubre en ese país y llevados a la cárcel de Sungai Buloh de Kuala Lumpur, la ciudad capital de ese país.
Pero no es lo más terrible: ambos llevan siete meses en cárcel y se arriesgan a recibir la pena de muerte a través de la horca.
Familia quiere detener
Ese terrible escenario es el que pretenden detener los familiares de ambos jóvenes. Según informa La Tercera, el padre de Felipe, Fernando Eduardo Osiadacz Larramendi (53) ha visitado dos veces la Cancillería chilena con el objetivo que el Gobierno de Chile pueda interceder ante la justicia de Malasia.
“El juicio se iniciará el próximo 29 de mayo y si la abogada no logra rebajar los cargos a homicidio negligente, mi hijo arriesga pena de muerte”, dijo Osiadacz tras reunirse con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Oscar Silva Navarro.
“Hasta el momento las cartas de apelación enviadas por la abogada han sido rechazadas, por lo que comprenderá que es esencial contar con todo el apoyo que el Estado de Chile nos pueda brindar para evitar que mi hijo y su amigo Fernando Candia sean condenados a la horca por un lamentablemente accidente, en el que claramente ellos no tenían intención de matar a nadie”, argumentó el padre de Felipe en reunión con las autoridades.
Voz de la academia
En octubre de 2017, Edgardo Riveros también recibió a Osiadacz en su calidad de subsecretario de Relaciones Exteriores. Ahora, como académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile indicó que “el caso efectivamente lo conocimos y desgraciadamente dos chilenos se vieron involucrados en un hecho de connotación policial, y al principio fue tratado entre los consulados y posteriormente se elevó a una etapa superior. Igualmente en la propia representación diplomática nuestra en el país respectivo”.
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“Siempre se presta lo que se denomina asistencia consular, pero son casos que suelen ocurrir en el que los chilenos se ven involucrados en hechos. Es más bien un auxilio consular lo que se ha prestado”, sostuvo.
Los familiares de ambos jóvenes -uno de los cuales estudió en el colegio San Pedro Nolasco- siguen insistiendo en buscar ayuda.