Una enfermiza historia de amor, así cuentan los medios argentinos la historia de Ludmila Zahira Bustamante (19), alias Zahi, una joven argentina que habría armado todo un plan para liberar a su pareja de la cárcel, Leandro Aranda (22).
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La madrugada del lunes un grupo de cuatro hombres armados arribó a la comisaría de San Justo para liberar a Aranda, detenido por asesinar a un complice de narcotráfico que se había quedado con parte de la droga. En el hecho fue baleada una gendarme que hoy lucha por volver a caminar.
El ataque no resultó, Zah fue arrestada ese mismo día cuando merodeaba fuera del recinto policial mientras trasladaban a los presos de lugar, al igual que los otros cuatro implicados, que disfrazados de policías, perpetraron el ilícito.
«Amor enfermizo»
Unos audios de WhatsApp en el celular de la joven, difundidos por Clarín, la incriminan directamente. «Ahí se estaba cambiando el pibe y venían para acá a dejar los chalecos y te iban a buscar a vos», se le escucha a Bustamante .
Sin embargo, el abogado de la joven, Jorge Irineo, asegura que para la familia todo se trata de «un amor malentendido, enfermizo” por el hombre con que Zahira tiene un hijo.
“Ya había tenido un inconveniente cuando esta chica se vinculó con Aranda. Su abuela está muy consternada con todo esto que sucedió», argumentó el defensor.
Es en este contexto que a pesar de los audios, Irineo asegura que “más que la jefa de la banda, creo que fue usada a través de ese celular y del Instagram para facilitar este copamiento de la comisaría, que fue lamentable” y anunció una pericia «psicológica y psiquiátrica” de Zahi.