Una delegación estadounidense de alto nivel llegó a Beijing este jueves para participar en conversaciones con funcionarios chinos que buscan aliviar las tensiones que están empujando a las dos mayores economías del mundo a una guerra comercial.
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El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, encabeza la representación estadounidense, que incluye al secretario de Comercio, Wilbur Ross, y al representante comercial, Robert Lighthizer. Liu He, el principal asesor económico del presidente de China, Xi Jinping, lidera la delegación china para los contactos, que según analistas podrían no producir avances dada la rivalidad cada vez mayor en tecnologías estratégicas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que espera que las relaciones con Beijing se mantengan equilibradas.
«¡Nuestro gran equipo financiero está en China intentando negociar un campo de juego nivelado en el comercio!”, dijo el dirigente en un mensaje publicado en Twitter el miércoles en la noche. «Espero encontrarme con el presidente Xi en un futuro no muy lejano. ¡Siempre tendremos una buena (gran) relación!».
Trump busca reducir el déficit comercial crónico de 100.000 millones de dólares con China y lograr algunas concesiones a la política de que las empresas extranjeras deban compartir su tecnología con sus socios chinos para poder acceder al mercado en el gigante asiático.
La Casa Blanca ha amenazado con imponer nuevos aranceles a aproximadamente 150.000 millones de bienes chinos, lo que llevó a Beijing a anunciar subidas fiscales similares a productos estadounidenses.
La disputa se ha agravado a medida que China intensifica sus esfuerzos para superar a los líderes occidentales de la industria de las tecnologías avanzadas, especialmente en semiconductores, los cerebros de silicio necesarios para el funcionamiento de smartphones, autos, la computación en nube y la inteligencia artificial.