Que estaba bajo la influencia de estupefacientes. Eso es lo que dicen las familias de Felipe Osiadacz y Fernando Candia, los dos chilenos que arriesgan morir ahorcados en Malasia, respecto a la persona que presuntamente habría originado todo.
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A través de una declaración escrita en conjunto, los cercanos a ambos detenidos chilenos insistieron a las autoridades a que «intensifique las gestiones que nos ayuden a traer de vuelta» a ambos muchachos, según informa Radio Bío Bío.
En ese sentido, indicaron que buscarán una audiencia con el Presidente Sebastián Piñera para ver qué más se puede hacer al respecto.
Defensa propia
Respecto al hecho que originó todo, ambas familias son enfáticas en declarar que el fallecimiento fue el resultado de un incidente en el que los chilenos actuaron en legítima defensa.
«Felipe y Fernando se vieron envueltos en un incidente con un desenlace fatal, luego de ser abordados por un malayo (que según el informe forense se encontraba bajo la influencia de diversos estupefacientes)”, declararon.
Agregaron que el malayo siguió a ambos para pedirle dinero, insistiendo en reiteradas ocasiones. Incluso cuando ambos llegaron al hostal, esta persona había insistido. Tanto así que ni en el lobby del recinto los dejó tranquilos.
«El malayo insistió en su petición y dado que ambos chilenos se negaron, comenzó a agredirlos. Nuestros hijos no respondieron a estas agresiones y pidieron al recepcionista del lugar, en varias oportunidades, que llamara a la policía”, precisaron.
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A causa de esto, el nivel del malayo aumentó hasta que los jóvenes «lo inmovilizaron sin ninguna intención de causarle daño». Según esta versión, todo ocurrió en defensa propia.
Primera vez que hablan
La fecha exacta en que ocurrieron los hechos fue en agosto de 2017 cuando Fernando y Felipe llevaban un día en Malasia, luego de haber pasado al menos un año trabajando en Nueva Zelanda para así reunir el dinero que les permitió ir hasta el Sudeste Asiático.
Por último, indicaron que esta es la primera vez que las familias rompen el silencio y que cualquier otra persona que haya hablado antes a su nombre, no los representa.