Una sonda espacial de la NASA con destino a Marte despegó el sábado y superó la primera etapa crucial de su lanzamiento. Ahora todo depende de la etapa superior del cohete Atlas V para que encamine el módulo de aterrizaje de la sonda InSight al planeta rojo, donde hará excavaciones profundas sin precedente.
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La sonda espacial alcanzó la órbita terrestre el sábado por la mañana después de despegar de la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, en California.
Había tanta niebla que las personas que acudieron a los alrededores del sitio de lanzamiento no pudieron ver el cohete, pero pudieron oír y sentir el rugido y el retumbar de sus motores.
Una vez sobre el océano Pacífico, el cohete se dirigió al sur, a lo largo de la costa de California. El lanzamiento fue el primero a otro planeta desde California. La NASA normalmente prefiere que sus sondas y naves despeguen de Cabo Cañaveral, en Florida, pero decidió cambiar de costa en el caso de la sonda InSight debido a que tenía lista menor de cohetes a la espera de lanzamiento.
La nave porta un vehículo de control remoto armado con herramientas de perforación y un monitor de sismos, con el objetivo de explorar las misteriosas entrañas del planeta rojo.
La sonda tardará más de seis meses en viajar 485 millones de kilómetros hasta Marte. InSight hará excavaciones sin precedentes, pues serán las más profundas hasta ahora, casi cinco metros, a fin de tomar la temperatura del planeta.
También colocará un sismómetro de alta tecnología directamente en la superficie marciana, con el que se harán las primeras mediciones de su tipo.
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A bordo del cohete Atlas V viajan también un par de minisatélites, o CubeSats, destinados a seguir a InSight hasta Marte en una demostración tecnológica única en su tipo.
La NASA no ha puesto una nave espacial en Marte desde el Rover Curiosity en 2012. Estados Unidos es el único país que ha depositado y operado con éxito una nave espacial en la superficie de Marte, pues se trata de un reto complicado. Solo un 40% de todas las misiones a Marte de todos los países _tanto orbitales como de superficie_ han tenido éxito a lo largo de varias décadas.