La nueva sonda espacial de la NASA, Mars InSight, despegó la semana pasada de la base Vanderberg de la Fuerza Aérea estadounidense, en California, con la misión de develar algunos de los "misterios" que se esconden bajo la superficie de Marte.
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Este dispositivo recorrerá una distancia de 485 millones de kilómetros para llegar a destino en el mes de noviembre. La misión tuvo un costo de US$814 millones.
Mars InSight tiene cuatro objetivos claves.
- Detectar algo que no se ha logrado hasta el momento: la existencia de movimientos sísmicos.
- A través de la reconstrucción de imágenes tridimensionales del interior del planeta, los investigadores esperan poder determinar el espesor de la corteza marciana.
- Medir los cambios de temperatura en profundidad y cómo fluye el calor a través del suelo marciano.
- Intentar determinar el diámetro del núcleo del llamado "Planeta Rojo", actualmente estimado en 3.500 kilómetros.