Acaba de comenzar la primera devolución de impuestos a quienes hicieron su declaración antes del 22 de abril y para los que puedan estar recibiendo sumas importantes, las que estableceremos como un mínimo de $100.000, no es raro encontrarse con la dificultad de qué hacer con este dinero: ahorrarlo, darse un gustito o pagar las deudas.
Como todo en la vida, es bueno buscar los equilibrios. En consecuencia, una de nuestras recomendaciones favoritas es ahorrar 50% de este dinero, el que se podría destinar a dos tipos de instrumentos de ahorro, como podría ser la cuenta 2 de la AFP, invirtiendo el dinero en uno de los cinco multifondos, con bajísimos costos de administración y rentabilidades que en el caso del Fondo C, de riesgo moderado, en los últimos tres años ha conseguido 5,7% de rentabilidad promedio, lo que es más de 100% de la rentabilidad que te entrega un depósito a plazo (3% anual). La otra alternativa es elegir una de las tantas opciones que nos entregan los fondos mutuos, con diferentes niveles de riesgo, instrumentos financieros y mercados donde elegir.
Para el 30% restante de lo que se reciba, sugerimos destinarlo a pagar deudas en las opciones de crédito más costosas como la línea y tarjeta de crédito bancarias en conjunto con los avances en efectivo, especialmente de casas comerciales. Por último, para mantener el equilibrio, no se trata sólo de pagar deudas o postergar el consumo, sino que también es necesario darse un merecido gusto. En este caso, con el 20% restante se puede destinar a salir a comer, un asado en familia o la compra de ropa.
Finalmente, lo que muchos se pueden estar preguntando, es qué debo hacer para recibir una mayor devolución de impuestos el próximo año. Los beneficios tributarios más comunes que reciben las personas nacen a partir del ahorro previsional voluntario (APV), la compra de una propiedad con crédito hipotecario y lo que muchos no saben, las donaciones que se hacen al Hogar de Cristo o Bomberos, en la medida que estas instituciones emitan un certificado por sus aportes. Con una buena asesoría y el uso adecuado de estos beneficios tributarios, se puede mejorar la devolución de impuestos, siendo un desafío mucho más importante de ahora en adelante, teniendo en cuenta que muchas personas que prestan servicios con boleta de honorarios, no recibirán devolución, porque estas retenciones del 10% se destinarán para la jubilación.
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