Los obispos chilenos ya están en Roma, incluido el cardenal y arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien se había bajado hace unos días del viaje.
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La reunión entre la Iglesia chilena y el Papa Francisco, tiene como fin abordar los casos de abusos sexuales relacionados con la misma y finalizar estos hechos, según el Vaticano con medidas «adecuadas y duraderas».
Se desconocen las razones por las que el Cardenal Errázuriz no iba a asistir en primera instancia, pero finalmente si viajó. Al llegar a territorio Vaticano señaló que «me pareció que el Papa deseaba que yo viniera».
Inicio polémico
Ya al inicio de esta visita, el Cardenal hizo unas polémicas declaraciones respecto a sus expectativas de la reunión. «No me hago expectativas nunca de reuniones del Papa, porque el Papa es capaz de improvisar, capacidad enorme de hacer cosas imprevistas, como hacer la misma carta que le mandó a los obispos en Chile», manifestó.
«Por eso que no hay ni ningún ánimo de determinar lo que él quiera decirnos. No, yo vengo con el corazón abierto», agregó.
Enojado con los medios
Además, al llegar a Roma el arzobispo emérito de Santiago señaló a la prensa estar enojado con los medios de comunicación, puntualmente con el canal CNN.
El arzobispo fue consultado por los periodistas sobre acusaciones que lo vinculan con el caso Karadima, a lo que el religiosos aseguró estar «decepcionado» con el rol de los medios de comunicación en este caso.
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«El canal CNN les da amplia difusión a pesar de que me insultan y me insultan de forma injustificada», contestó a la pregunta de Matilde Burgos sobre los comentarios de José Andrés Murillo, Juan Carlos Cruz y James Hamilton sobre su viaje.
«Yo he tenido mucho cariño en muchos canales, pero hay algunos que cada vez que pueden, van a recoger insultos en contra mía», concluyó.
Los 31 obispos en ejercicio y los tres eméritos ya se terminaron de instalar en Roma, distribuyéndose en dos sedes residenciales, en Santa Marta y la Casa del Clero.