El pasado martes las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) alertaban de un nuevo brote de ébola- Tras la experiencia de la epidemia de 2013-1016, la peor de la historia y la más mortífera, estamos todos en alerta. En esta ocasión el epicentro es Bikoro, una pequeña localidad en la provincia de Equateur. Un lugar hasta ahora casi desconocido que empieza ya a aparecer en los medios nacionales e internacionales tristemente unido a esta enfermedad que puede tener tasas de mortalidad de hasta el 90%.
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Como ha indicado la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay que estar preparados para el peor escenario. Por eso, un equipo de UNICEF compuesto por 4 personas —2 médicos, 1 especialista en agua, saneamiento e higiene y 1 especialista en comunicación comunitaria— ha salido ya de camino a esta localidad africana situada a 100 kilómetros de Mbandaka. Su objetivo: evaluar el alcance de la epidemia y poner en marcha una respuesta inmediata, junto al Gobierno y la OMS.
La cifras del brote de 2014 -casi 12.000 muertos y más de 28.000 casos de infectados por la enfermedad- han llevado a la OMS ha una respuesta «inmediata» y totalmente proactiva tras las críticas vertidas a la organización en 2014 por su tardía reacción. De aquella experiencia se aprendió que es esencial desplegar sobre el terreno antropólogos y expertos en comunicación comunitaria para explicar a la población local los riesgos que conlleva estar en contacto directo con una persona enferma, dado que el virus del Ébola se transmite por la secreción de la piel y las mucosas,especialmente justo después de morir. De hecho, en 2014, el virús se expandió por la tradición de lavar y besar a los muertos en funerales multitudinarios.
Es el noveno brote de ébola en el Congo desde 1976, cuando la mortífera enfermedad fue detectada por primera vez. El brote más reciente fue en mayo del 2017, cuando murieron cuatro de las ocho personas contagiadas en Bas-Uele, una provincia del noreste del país. En julio siguiente ese brote fue declarado superado.
Vacuna experimental
La OMS ha decidido recurrir a una vacuna contra el virus del ébola, que aún no ha sido aprobada pero que ya ha demostrado ser eficaz y segura, para evitar que la enfermedad se extienda.
Se enviarán vacunas contra el ébola al Congo «lo antes posible» a medida que aumenta el número de casos potenciales en el brote más reciente, dijo el director general de la Organización Mundial de Salud (OMS) el viernes.
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Tedros Ghebreyesus tuiteó que se llegó a un acuerdo con el ministro de Salud del Congo en una conversación telefónica el jueves. Todavía falta la autorización final del gobierno congolés, que se espera llegue en unos días, dijo el jefe de emergencias de la OMS, doctor Peter Salama, a la prensa en Ginebra. «Además, se necesita que las vacunas estén a una temperatura de entre -60 y -80 grados centígrados, lo que implica un desafío de organización enorme», puntualizó
Esto va a ser duro, y será costoso acabar con este brote”, vaticinó ayer en Ginebra Peter Salema, máximo responsable de respuesta ante emergencias de la OMS, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters. “Es una operación muy complicada en uno de los terrenos más difíciles del mundo”.
La OMS y la oenegé Médicos Sin Fronteras ya han enviado equipos sanitarios a la zona afectada. A lo largo del fin de semana está previsto que lleguen en helicóptero entre 20 y 40 personas más. Una de sus tareas será desbrozar un trozo de selva y construir una pista de aterrizaje para poder enviar suministros en avioneta.