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Los Markle y los Windsor: dos familias diferentes pero con un historial de escándalos que se unen con la boda de Harry y Meghan

Cada familia tiene sus secretos desagradables y disputas internas, los Markle y los Windsor no son la excepción, aunque en muy distintos ámbitos.

El matrimonio del príncipe Harry y la actriz Meghan Markle es más que sólo una unión de amor, ya que significa, además, la unión de dos mundos completamente diferentes: la familia real británica y una particular familia estadounidense.

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Para los ingleses el árbol genealógico de una persona es vital, inclusive cuando se conoció el compromiso los medios británicos hurgaron hasta encontrar antepasados reales de la novia, porque ¡¿cómo el hijo menor de la princesa Diana se puede casar con una simple plebeya?! Sin embargo, tras el paso de los meses se ha podido conocer en detalle a la familia de la novia.

Los Markle

La familia de la novia ha cobrado gran relevancia luego de las polémicas protagonizadas por sus dos hermanastros y su padre, con un historial de divorcios y episodios de bancarrota, estos últimos días previos a la boda. Inclusive, un periódico del país la describió como una «colección heterogénea de individuos que, entre ellos, tienen un largo historial de borracheras, revueltas y bancarrotas».

Por un lado está su padre, Thomas Markle (73), un director de iluminación de Hollywood retirado que vive en México, quien generó un escándalo luego de que anunciara a TMZ que no iría al matrimonio para no avergonzar a la familia real, luego que se descubriera que vendió una serie de fotografías montadas a los paparazzi, a pesar de que llevaría a la novia al altar.

Sus hermanastros, Thomas Jr (51) y Samantha (53), son unos reyes de la polémica. El primero trabaja instalando ventanas en Oregon, donde reside, fue arrestado en enero por amenazar borracho a su novia con una pistola en la cabeza, y hace unas semanas escribió una carta dirigida a Harry en la que le advertía que «aún no es demasiado tarde para cancelar la boda». Un tema que debe haber sido comentado en los pasillos de palacio es que su hijo Tyler, primo del futuro hijo de Meghan y Harry, trabaja explotando un cultivo de marihuana.

En la misma línea que Thomas, Samantha, una ex actriz y modelo estadounidense diagnosticada con esclerosis múltiple que vive en Florida, quien ha tratado a la actriz de «trepadora social» y que está lista para lanzar un libro que desvelará sus secretos familiares.

La madre de la novia, Doria Ragland (61), es la más «correcta» de la familia, aunque de igual manera debe escapar del prototipo de suegra ideal que esperaba la reina para su querido nieto Harry. Doria, el «orgullo» de Meghan, trabaja como instructora de yoga y hace dos años se graduó de trabajadora social.

 

Los Windsor

Los Markle están llenos de polémicas. Sin embargo, cabe recordar que cada familia tiene sus secretos desagradables y disputas intestinas, y la familia de la Casa de Windsor no es distinta.

A pesar que tienen todo el glamour que otorga ser la realeza, la historia de esta familia ha estado plagada de traiciones, cuernos y una abdicación.

De origen alemán, los Hannover cambiaron su apellido a Windsor en 1917 debido al odio a los alemanes que generó en los ingleses la Segunda Guerra Mundial. Elemento que no heredó el tío abuelo de Harry, Eduardo VIII, conocido por sus frivolidades hacia el nazismo y por renunciar al trono (siendo rey) por su amor hacia la actriz estadounidense divorciada Wallis Simpson.

El padre de Harry, el príncipe Carlos, futuro heredero al trono, es ampliamente conocido (y algún tiempo repudiado por la opinión pública) por serle infiel y hacer practicamente la vida posible a Diana Spencer, más conocida como Lady Di la princesa del pueblo, madre del novio. Carlos mantuvo una relación extramarital con su actual esposa Camilla.

 

El capítulo de Diana, quien tenía todo el amor del pueblo, llegó a afectar la imagen de la misma reina. El carisma de Lady Di  y su popularidad, quizá, fueron detonantes de celos en la reina. El «odio» llegó a tal grado que Isabel estaba negada a dar el pésame ante sus súbditos, tras la muerte de la princesa, tuvo que ser «obligada» por su propio hijo y el primer ministro, Tony Blair.

El mismo novio ha estado en polémicas por su estilo de vida fiestero, galán y por ser capturado en fotografías por los paparazzi disfrazado de nazi y hasta sin ropa. Al parecer, luego conocer a Meghan ha dejado ese estilo de vida atrás, aunque se sigue caracterizando por romper los protocolos de la monarquía inglesa.

 

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