El precio de los combustibles han acumulado tres alzas consecutivas y factores internacionales parece que no permitirán tener una tregua para nuestros bolsillos, al menos por algunas semanas más.
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Los automovilistas sufren al tener que llenar el estanque de sus autos, pero solo deben soportar alzas semanales de $5,7 por litro máximo, debido a la protección del Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles, el famoso Mepco, sistema que no cubre al kerosene.
Y es que sólo en las cuatro últimas semanas, éste último acumula un alza de $38,4. Sin embargo, los últimos acontecimientos internacionales auguran incrementos más pronunciados.
“No es fácil, generar una proyección exacta debido al efecto rezago”, explica César Valencia, analista de la agencia Alpari Research & Analysis, quien se refiere a que lo que sucede con el dólar y el precio del petróleo no impacta inmediatamente a los combustibles en Chile.
“El tipo de cambio lo tuvimos en $640 la semana pasada, pero esta semana cotiza en torno a $625. Sin duda esa brusca alza impactará esta semana y la próxima. Además, el precio del petróleo, se mantiene sobre US$78 por barril, lo que pondría presión alcista al kerosene en el corto plazo”, añade el especialista.
“Probablemente el precio de la parafina va a subir $100 pesos en el próximo mes”, estima Flores
No menos pesimista es Tomás Flores, economista y académico de la Universidad Mayor, quien comenta que según sus cálculos, “probablemente el precio de la parafina va a subir $100 pesos en el próximo mes”, esto si el acuerdo nuclear con Irán finalmente fracasa, generando una subida de la cotización del crudo. Según www.bencinaenlinea.cl, el valor promedio actual en la Región Metropolitana es de $644, mientras que en mayo de 2017 promedió $538.
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Fondo sin fondos
A diferencia de las bencinas, la parafina no tiene un fondo que la proteja, o más bien, tiene el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (Fepp), pero practicamente sin recursos suficientes para operar a cabalidad, unos US$1,3 millones, lejos los US$35 millones que gastó el Estado entre 2014 y 2017 para mantener el Mepco.
La historia parte en 1991 cuando se creó el Fepp que buscaba estabilizar los valores de todos los combustibles de los vaivenes provocados por la Guerra del Golfo. Luego su agotamiento y de modificaciones legales, durante el primer gobierno de Sebastián Piñera y tras el terremoto, el Fepp quedó solo para el kerosene. A su vez, en 2011 se creó el Sistema de Protección ante Variaciones de Precios Internacionales de los Combustibles (Sipco) que luego fue reemplazado por el actual Mepco, ambos solo incluyeron a las bencinas y el diésel.
¿Por qué el kerosene no puede ser incluido también para evitar estas alzas? Valencia explica que el Mepco funciona “a través de la disminución o aumento del impuesto específico (…) la parafina es un combustible que no contiene impuesto, por lo tanto, por ley no puede ingresar a este mecanismo para ser subsidiado”.
En ese sentido, Flores señala que la parafina “está sujeta a un fondo que no tiene financiamiento y no es capaz de estabilizar el precio”. Y claro ¿por qué no ponerle plata? “La caja fiscal está bastante apretada”, dice el académico.
Valencia plantea que como el kerosene tiene una mayor demanda en estas fechas, se podría “capitalizar el Fepp o crear un nuevo fondo por lo menos en estos tres meses”, aunque añade que “si un gobierno se encuentra en ajuste fiscal, el camino sería recortar de otras áreas para generar recursos”.