Todos los obispos chilenos presentaron su renuncia al papa Francisco, luego de los históricos encuentros con el Sumo Pontífice en el Vaticano para tratar los casos de abuso sexual en la iglesia nacional.
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«Todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puedo nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros», afirmó el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile Fernando Ramos al dar a conocer las conclusiones tras las citas en la Santa Sede.
En el comunicado emitido por los obispos, se indica que «en primer lugar, agradecemos al Papa Francisco por su escucha de padre y su corrección fraterna. Pero especialmente, queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, y al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones».
«Gracias también a Mons. Scicluna y al Rev. Jordi Bertomeu por su dedicación pastoral y personal, así como por el esfuerzo invertido en las últimas semanas para intentar sanar las heridas de la sociedad y de la Iglesia de nuestro país», se añade.
«Gracias a las víctimas, por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial. Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de la curación y cicatrización de las heridas», se indica.
Todos los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile ponen sus cargos en manos de @Pontifex_es pic.twitter.com/PBDbunPvzY
— Conf.Episcopal Chile (@episcopado_cl) 18 de mayo de 2018
De igual manera, se precisa que «en segundo lugar, queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre, para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros».
«Nos ponemos en camino, sabiendo que estos días de honesto diálogo han sido un hito dentro de un proceso de cambio profundo, conducido por el Papa Francisco. En comunión con él, queremos restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado, para re-impulsar la misión profética de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo», se agrega.
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«Queremos que el rostro del Señor vuelva a resplandecer en nuestra Iglesia y a ello nos comprometemos. Con humildad y esperanza les pedimos a todos que nos ayuden a recorrer este camino», se expresa.
Por último, los obispos indican que «siguiendo la recomendación del Santo Padre, imploramos a Dios que en estas difíciles y esperanzadoras horas, nuestra Iglesia sea protegida por el Señor y la Virgen del Carmen».