El 24 de mayo del 2018 el mundo miraba con buenos ojos la destrucción del sitio de ensayos nucleares de Kim Jong-un ubicado en la montaña Mantap en Punggye-ri, al noreste de Corea del Norte.
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Sin embargo, los más escépticos nunca creyeron en la buena intención del líder norcoreano. Un estudio realizado por geólogos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y llevado a cabo en Hardvard, dan a inferir que el motivo es otro.
El ensayo nuclear más reciente, llevado a cabo en septiembre del 2017 y que tuvo una potencia de cien kilotones, colapsó la montaña y habría activado el estrés tectónico de la zona, lo que podría provocar una catástrofe ambiental, recoge El Comercio.
«La aparición del colapso debería hacernos considerar que la infraestructura subterránea debajo de la montaña Mantap no debe de utilizarse para futuros ensayos nucleares», exponen los especialistas en el informe.
En otras palabras, la potencia de la explosión generó que la actividad tectónica en la zona que estaba inactiva se pusiera en marcha generando una serie de terremotos, que de haber otra prueba pueden volverse devastadores.
Además, tanto las explosiones como los movimientos telúricos pueden generar que el terreno se agriete y salgan al exterior restos tóxicos y radiación producto de las anteriores pruebas nucleares.
«Dada la historia de los ensayos nucleares que Corea del Norte realizó debajo de esta montaña, una prueba nuclear de rendimiento similar produciría colapsos en una escala aún mayor, creando una catástrofe ambiental», expone el artículo que será publicado en «Geophysical Research Letters».