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Tres principales funcionarios militares de Corea del Norte han sido removidos de sus cargos, dijo un alto funcionario estadounidense, una medida que según los analistas pretende apoyar los esfuerzos de joven líder de Corea del Norte para poner en marcha el desarrollo económico y comprometerse con el mundo.
Kim Jong-un se está preparando para una cumbre de alto riesgo con el presidente estadounidense Donald Trump en Singapur el 12 de junio, la primera reunión de este tipo entre un líder norcoreano y un presidente estadounidense en funciones.
El funcionario estadounidense, que habló el domingo bajo la condición de anonimato, comentaba un informe de la agencia de noticias Yonhap de Corea del Sur en el que se cree que los tres altos oficiales militares del norte fueron reemplazados.
La motivación de Kim sigue sin estar clara, pero los analistas dijeron que la reorganización le permite a él y al partido gobernante reforzar el control sobre el Ejército Popular de Corea (APC) en un momento crítico de compromiso internacional y desarrollo nacional.
«Si Kim Jong Un está decidido a hacer las paces con los EEUU Y Corea del Sur y parar al menos parte del programa nuclear, tendrá que poner la influencia del KPA en una caja y mantenerla allí», dijo a Reuters Ken Gause, director de el Grupo de Asuntos Internacionales de CNA, una organización de investigación y análisis sin fines de lucro.
«Esta reorganización ha puesto de relieve a los oficiales que pueden hacer justamente eso. Son leales a Kim Jong-un y a nadie más «.
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Según Kim Yong Hyun, profesor de estudios norcoreanos de la universidad Dongguk de Seúl,según consigna El Confidencia, los nuevos nombramientos aportan experiencia en la gestión de asuntos económicos por parte de los militares en lugar de estrategias de combate, lo que podría señalar “la búsqueda [por parte de Kim] de una nueva política para convertirse en un país en desarrollo sin armas nucleares en lugar de un país pobre sin armas nucleares”, una medida que desagrada a algunos altos cargos del régimen. norcoreano.
La de ahora es la tercera criba de las fuerzas armadas en poco más de seis meses. A finales del pasado noviembre, varios altos cargos del Politburó General del Ejército fueron castigados por “comportamiento impuro”. Y en febrero, Corea del Sur advirtió de que diversos altos comandantes del ejército llevaban un tiempo sin ser vistos, y sus analistas concluyeron que estas purgas podrían ser contraproducentes para Kim, al acentuar la resistencia a su liderazgo entre los militares.