El presidente de Filipinas fue criticado el lunes por haber besado a una filipina en los labios ante miles de paisanos mientras visitaba Corea del Sur. Un senador dijo que se trató de una “exhibición despreciable de sexismo y grave abuso de autoridad”.
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En las imágenes del evento celebrado el domingo con trabajadores filipinos en extranjero, Duterte llama a dos mujeres al escenario con la excusa de darles un libro, mientras que le pide a una de ellas que le bese en los labios a lo que esta accede tras dudar varios segundos.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, recibe una ola de críticas debido a que en un acto en Corea del Sur con expatriados,subiera a una mujer al escenario y la incitara a darle un beso en la boca. El suceso ha despertado rabia sobretodo por su historial machista pic.twitter.com/fH8hRcE1KE
— Vaitiare Mateos Bear (@vaitiaremateos) June 4, 2018
«Tienes que pagarme con un beso, ¿estás preparada para besarme?», le dijo. Mientras la mujer le ofrecía la mejilla argumentando estar casada, Duterte señalaba repetidamente que lo quería en los labios y, tras el beso, le dio un abrazo entre aplausos y ovaciones del público, según mostró un vídeo del canal filipino PTV4. Después comentó que el beso solo fue una «artimaña» para entretener a las cerca de 3.000 personas que asistían al evento.
El presidente Rodrigo Duterte buscó besar a la mujer después de llamarla al escenario para que le entregara un libro el domingo en Seúl. Cuando el mandatario le preguntó si podía explicarle a su marido que se trataba solo de una broma, y ella respondió que sí, el presidente se inclinó y la besó mientras miles estallaron en vítores.
Duterte dijo a la multitud de filipinos que era solo por diversión, pero los críticos dijeron que se trató de un nuevo acto por parte de él que era machista y degradante.
No es la primera vez que Duterte se ve envuelto en una polémica de este tipo. Una de las más graves tuvo lugar en abril de 2016, cuando bromeó sobre el asesinato y la violación de una misionera australiana en 1989, durante la época en que era alcalde de Davao: «Era muy guapa, el alcalde debería haber ido antes, qué desperdicio».