El perro es el amigo más fiel del hombre, y así lo demostró un can guatemalteco que en medio de la devastadora tragedia que dejó la erupción del volcán no abandonó a sus amos.
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De acuerdo con los medios locales, en la aldea de San Jaime, cercana al volcán, un perro hizo todo lo posible para llamar la atención de los equipos de rescate para dirigirlos a su casa.
Tras la insistencia del can, los rescatistas decidieron seguir al pequeño y acudir a la vivienda que les indicaba con la esperanza de ayudar en un posible rescate de sobrevivientes.
No obstante, el escenario ahí fue devastador: se encontraron al menos ocho cuerpos sin vida en medio de una casa totalmente cubierta de barro y cenizas ante la“triste y desolada” mirada de la mascota. Toda la familia del perro había fallecido.
Erupción
El volcán hizo erupción el domingo con nubes de ceniza caliente mezclada con agua y escombros que bloquearon las carreteras y dejaron varias viviendas en llamas. El flujo piroclástico, una mezcla de agua y lodo hirviendo que bajaba del volcán, y el humo tóxico que lo precedía eran letales.
En años recientes hubo una serie de erupciones, pero en esta las autoridades no habían ordenado ninguna evacuación porque sus autores reportaron que la actividad parecía disminuir.
Algunas comunidades lograron evacuarse pero en lugares como Los Lotes y El Rodeo, a unos 12 kilómetros del cráter, fue muy tarde para muchos. Los flujos piroclásticos alcanzaron a las personas en sus casas o en las calles, donde las temperaturas alcanzan hasta 700 grados centígrados.
El Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, alcanza una altitud de 3.763 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto.