Cuando Melissa Ohden tenía 14 años conoció un secreto terrible: su madre había tratado de abortarla.
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Quien le salvó la vida a Melissa fue una enfermera que escuchó su llanto cuando, siendo recién nacida, la depositaron entre desechos médicos en un hospital de Estados Unidos.
Esta es la historia de cómo esa niña sobrevivió y de la madre que pensó que había muerto.
"Crecí sabiendo que había nacido prematuramente, que había sido adoptada", le contó Melissa, que ahora tiene 41 años, al programa Victoria Derbyshire de la BBC.
"Lo que no sabía es que detrás de esto había un enorme secreto. Que tenía que haber nacido muerta y, en lugar de ello, nací viva".
En 1977, en un hospital de Iowa, Estados Unidos, la madre de Melissa, entonces de 19 años, fue sometida a un aborto utilizando una solución salina tóxica durante cinco días.
Logró sobrevivir
La bebé, que nació a los ocho meses de gestación pesando menos de 1,3 kg, fue depositada entre desechos médicos. Pero entonces, una enfermera escuchó un débil llanto y la vio moverse ligeramente.
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Melissa fue llevada rápidamente a la unidad de cuidados intensivos donde, en contra de toda expectativa, sobrevivió.
Los médicos pensaron que se quedaría ciega y, en algún momento, creyeron que tenía un defecto letal en el corazón.
Pero logró sobrevivir y vivir una vida perfectamente sana bajo el cuidado de una familia adoptiva.
"Es increíble", admite Melissa. "Hay días en que tengo que pellizcarme".