Horas antes del testimonio clave para determinar su culpabilidad, Nahir Galarza (19), la joven argentina, estudiante de abogacía y acusada de asesinar a su pareja, Fernando Pastorizzo (20), con dos tiros, fue visitada por sus padres en la Comisaría del Menor y la Mujer, de la cual es la única interna.
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En la cárcel, Galarza se refugia en los libros de derecho autoayuda y últimamente de numerología, y en la religión, inclusive pidió confesarse ante un sacerdote, a la espera de la sentencia, de acuerdo con Clarín.
“¿Hasta qué edad podría estar acá?”, es una de las preocupaciones que embargan a la joven. Hasta los «44», respondió su abogado según consigna el medio. Sin embargo, este sería el escenario si es condenada por homicidio simple, de ser cadena perpetua estará encerrada hasta los 54 años.
A la entrada de la cárcel, pequeños grupos de personas llaman a los padres de Galarza, quienes la visitan religiosamente todos los miércoles y sábados, de «asesinos» y les recriminan que «crearon un monstruo».
La mejor amiga declara
Este jueves declaró Sol Martínez, amiga de la acusada que habría ayudado a golpear a Fernando a la salida de la discoteque «Bikini», y buscó establecer con su testimonio que Nahir era golpeada por Pastorizzo.
Martinez señaló que fue ella quien golpeó en el ojo a la víctima debido a que se enteró que el joven había agredido a la estudiante de abogacía, además de asegurar que la paliza afuera de «Bikini» nunca existió.
Además, se buscaba demostrar que Galarza no tenía una relación con Fernando, ya que llevaba relaciones paralelas ocasionales con otros sujetos e inclusive con un profesor de univerisdad, para así desestimar el agravante que supone el vínculo entre ambos.
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