«Cuando me dijeron que tuviera un encuentro, cara a cara con él, no lo pensé y fui a verle. Luego me atacaron sin piedad, de todas partes del mundo». Con estas palabras y sin poder contener el llanto, el ex basquetbolista de la NBA, Dennis Rodman, se mostró feliz por la cumbre entre el presidente de los EEUU, Donald Trump y el líder de Corea del Norte, Kim Jung-un.
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Sus declaraciones se produjeron este lunes, desde Singapur, através de la cadena noticiosa CNN. Con una gorra roja, en la que se podía leer el lema de campaña del presidente Trump «hagamos América grande otra vez», el llamado Gusano y amigo personal del controversial líder de Corea del Norte, se confesó con la teleaudiencia.
«Recibí el apoyo de mis amigos, del coach Phil Jackson y de mis hijos. Pero el tiempo terminó dándome la razón. Creo que esto es maravilloso para el mundo entero», comentó el ex jugador de los Bulls de Chicago, conocido por sus extravagancias mediáticas.
En lo que fue llamada la Diplomacia del Baloncesto, Rodman realizó cuatro visitas al norte de la Península coreana, siendo la última vez en junio del año pasado, cuando fue objetivo de diversas críticas.